Al fondo se ve la salida al corral. |
Hoy sigo limpiando pues ya no tengo la excusa de que hace frío!
Las puertas reciben directamente las inclemencias del tiempo y cuando les dá el sol me están diciendo:
-¡Límpianos, anda, que todo nos pica!
Así es que hoy ya no me he hecho más la sorda.
La puerta principal quiso Marcos hacerla fuerte y con un diseño rústico propio de estas tierras, pero el carpintero también puso su imaginación. Es de madera de jocoba, consta de tres partes, como eran antes, con el fin de tener la mitad cerrada y la otra mitad, partida, se deja abierta la parte de arriba si se quiere, yo nunca la cierro si estoy en casa, me gusta que entren directamente. El llamador es el mismo de la puerta original, lo sacó Marcos antes de que se lo llevaran, no quisimos poner timbre.
Recuerdo que cuando la colocaron, al ser nueva, se rinchó y como podíamos entrar o salir por la puerta del corral, así se quedó todo el invierno inutilizada hasta que un día se abrió sola y ya no dió más problemas.
Marcos estaba orgulloso y el carpintero que la hizo, José Biec (padre) también.
En la misma carpintería nos hicieron las demás puertas, todas "aragonesas", la de la cocina tambien es partida, siguiendo la tradición.
Que puerta tan bonita Angelines!!!
ResponderEliminarEsta muy bien el haber instalado el QUIZÁ TAMBIÉN LE INTERESE, así podemos volver a ver entradas que ya no recordábamos
o que tenemos interés por volver a ver.
Oye Lucia no va a tardar mucho a llamar a la puerta no?.
Gracias Laura por enseñarme cómo poner el "quizá le interese", encuentro que a mi misma me sorprende con entradas que ni me acuerdo y me hace gracia verlas.
EliminarLucía aún tardará en llegar al llamador, antes irá al agua de la fuente!!!
Pero qué bonita la puerta!!! Así da gusto... siguiendo las tradiciones!!! No me extraña que no quisiérais poner timbre!!!!
ResponderEliminarEn nuestra casa de Jaca se nos llevaron los llamadores!!!! Pusimos otros más toscos pero no tan bonitos!!! Besos Trimbo y que sepas que me encantan estas entradas porque adoro la tradición!!!
Besitos también a Bolo.
Me voyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!! MUAKSSSSSSSSSSSS
Vaya faena con los amigos de lo ajeno!
EliminarBolo se ha dado una vuelta por el pueblo y ya lo tengo durmiendo junto a mamá-ordenador.
Besicos Liova.
La puerta de una casa, es como los zapatos para las personas, limpios y fuertes, buena persona. Puerta fuerte, tallada, buena madera, mimada por sus propietarios, buena puerta. Extraordinaria puerta, extraordinaria propietaria,En hora buena.
ResponderEliminarRompeollas, eso es lo que pensaba Marcos. Besicos.
EliminarLes puertes de Asturies son como la tuya de anches pero en mos mitades, arriba y abaxo
ResponderEliminarYo creo que en todo el norte tenemos cosas comunes. Las puertas partidas son muy bonitas y prácticas en los pueblos pequeños dónde la vida se hace por la calle la mayor parte del tiempo.
EliminarEn Bailo, en casa de mi padre -casa Chilón- también la puerta es así, creo recordar que la de la cuadra es igual, pero mucho más ancha, allí se encuentra el lagar de piedra.
ResponderEliminarLas puertas de las cuadras solían ser en dos mitadas sólo y anchas para que pasaran los animales.
EliminarPara un poco mujer que te van a entrar los dolores...
ResponderEliminarBuena puerta para buena casa...como me gustan los llamadores, me recuerdan a mi niñez cuando nos poníanos de puntillas para llamar:))
Me ha hecho gracia lo de se rinchó, no lo había oido nunca.
Un beso.
Pd.Si ajustas una pizca más de ancho del blog en la plantilla, lo de quizás también le interese, quedará metido.
Aquí decimos "rinchar" cuando un material se humedece y aumenta de tamaño.
EliminarLos llamadores a los niños siempre les ha gustado, llamar y escapar corriendo!
-Como soy muy torpe en estas cosas y suelo estropear en vez de arreglar, mejor he quitado un cuadro-
Las ventanas de mi casa paterna eran muy parecidas a tu puerta, verdaderas obras de carpintería fina, ya poco se ven.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aquí, en Lanuza, las ventanas eran pequeñas, por el frío, y los contraventanos se cerraban por dentro con una palanca de madera. No era carpintería fina pero sí muy fuerte.
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