En Lanuza, aparte de la ganadería, se sembraba muchas
patatas, tenían mucha aceptación para siembra en otras zonas. De hecho hubo una
Cooperativa en el Valle de Tena para comercializarlas. Yo no la conocí pero
llegué a ver las etiquetas que ponían en los sacos y decían: “Patata de siembra
del Valle de Tena”. Creo que se llegaría a coger en Lanuza algunos 20 o 22
vagones.
También se
sembraban cereales, sobre todo centeno, cebada y poco trigo, en algunas casas
comían pan de centeno, hecho en el horno de Lanuza. Había un molino para moler
los cereales y para hacer la luz que hasta los años 1950 suministraba al pueblo,
hoy embalsado, estaba camino de Sallent, un tramo más adelante del escenario
del Festival, justo enfrente al centro del embalse que pasaba el río Gállego. A
la orilla, venía una acequia procedente del río, con un pequeño salto, movía
las turbinas para hacer luz y dos piedras grandes redondas para moler el
cereal, se llamaba la “muela”. Una vez molido,
se separaba el salvado de la harina en otra máquina, el salvado es la
cáscara del trigo, esto se llamaba cerner, ya quedaba la harina lista para
masar el pan. En el molino había un vecino que se encargaba de moler el cereal
y de echar o cortar la luz al pueblo todos los días del año, eran los de casa
de Atanasio, conocí al abuelo Mariano Pérez Bandrés, por moler cobraban tres almudes por carga,
la carga eran dos talegas llenas de grano, de unos 70 Kg.
cada una, la luz era de 125 voltios, escasamente para alumbrar una bombilla.
En el cuaderno de Anchaime dice: En el año 1947, por
cobrar precios abusivos de moler y por moler cereales clandestinos sin declarar
en la tabla sexta de C1, y no tener autorización para moler las siguientes
cantidades en el molino de Lanuza, son sancionados los siguientes vecinos:
Mariano Pérez Bandres molinero de Lanuza, con multa de 1500pts. y decomiso de
100Kg. de centeno y 50 de trigo. Bartolomé Escartín Aznar, casa de Aneta, multa
de 1000pts. y decomiso de 200Kg. de centeno y 40 de trigo. José Naverac Arrudi,
casa de Anchaime, con multa de 1000pts y recomiso de 100Kg. de centeno. Huesca
a 6 de Febrero de 1948, El Fiscal Provincial de Tasas.
Muchas noches nos teníamos que alumbrar con teas, o porque
no llegaba bastante agua, o porque la dinamo se estropeaba o por otros motivos.
En el año 1953, el dia 8 de Noviembre, el Ayuntamiento de El Pueyo de Jaca,
autoriza al de Lanuza, a pasar una línea eléctrica por sus montes, procedente
del transformador de Escarrilla que a su vez venía desde la central del Pueyo,
esa corriente ya era de 250. A partir de esa fecha, ya empezamos a tener
aparatos de radio, que hasta entonces no se oían. El pan se hacía hasta los
años 1958 ó 60 en un horno que había en la plaza, se
preparaba la masa el día anterior, se dejaba en una bacía tapada para que
hiciera efecto la levadura que le ponían, esto era una cazuela de masa de la
vez anterior, y con esta mezcla las bolas de masa al ponerlas en el horno,
subían o sea como si se hinchara. Cuando se ponían al horno, este había sido
calentado con mucho fuego, una vez caliente, se retiraba toda la brasa y
cenizas se ponía la masa con la forma que luego sería el pan. El de centeno se
llamaban“toñas” se masaba un día por casa y duraba 8 ó 10 días el pan, éste si que era pan natural
y ecológico, estas piezas eran llanas por abajo y redondas por arriba. También
hacían tortas con azúcar, qué cosa más buena para aquellos tiempos.
En una ocasión, contaba Perico de Arruebo, que de zagal,
subía con otro el recao que así se llamaba el llevarles la comida a los
pastores, a Respomuso por el Cambillón y al llegar a la Forqueta , o sea al cerro
vistas a Respomuso, se le ocurre decir al compañero, vamos a echar a rodar una
toña cada uno, a ver cual de las dos llega antes hasta abajo. No lo pensaron
dos veces, sacan una cada uno y las echan a rodar, no se la que llegó antes
pero ellos después de estar arriba, tuvieron que bajar a buscarlas hasta donde
pararan que creo fue muy abajo.
A partir de los años sesenta, le entregábamos el trigo al
panadero de Polituara y él nos traía el pan a casa, el cambio era 100Kg. de
trigo por 85 de pan, eso sí era pan, lo guardábamos 5 o 6 días y estaba como el
primero. ¿Qué le ponen ahora al pan que al día siguiente parece goma? ¿A como
saldría hoy el cambio? ¡Eso era pan ecológico! En los pueblos lo que se criaba
era todo natural, lo que ya no hay, creo que se ha desvirtuado hasta el bacalao
salado. Hay un producto que en muchas carnicerías, lo anuncian a bombo y
platillo como cosa especial de la casa, “la longaniza”, y no tiene de parecido
nada mas que el nombre, como no vuelvan aquellas abuelas o alguna que puede
quedar en algún pueblo, no se sabe lo que era el gusto de la longaniza, y el
salchichón ni punto de comparación, como eso la mayoría de los productos que
hoy consumimos, aquellos jamones de 16 o 17 kilógramos después de dos años
curados en las bodegas, ¡Qué magras y qué gusto lo mismo el magro que el
tocino! Los quesos, el tiempo que se guardaban y cada día eran mas sabrosos, ya
no digamos del ternasco, criado con la madre en las montañas, eso era natural y
ecológico, al horno, te chupabas los dedos, las uñas y hasta la mano, de eso ya
no existe. Se guardaba la carne ocho días sin frío ni ingredientes, en el
guardacarne que estaba en las bodegas.
Todas estas historias remueven dentro de mi nombres y lugares que, sin saberlo, tenía olvidados. Gracias Trimbolera y, por supuesto, un abrazo desde Huesca !!!
ResponderEliminarAl volver a leerlo me pasa a mi lo mismo. Besicos.
EliminarEsa medida de cerales me recuerda a una de aquí "el galipu"
ResponderEliminarPues igual es lo mismo.
EliminarMe gusta mucho leer estos relatos acerca de la histiria de Lanuza.
ResponderEliminarBesitos.
Cada uno sabe lo de su pueblo, pero las historias son muy parecidas en todos los de aquellos años.
EliminarEsas multas los dejarían tiritando.
ResponderEliminarAyyy ese olorrrr a pan recien hecho...Vivíamos enfrente de una panadería y no he podido olvidarlo nunca.
Ya lo creo que antes comíamos los alimentos más naturales que ahora.
Recuerdo cuando se hacían las matanzas y se comía casi todo el invierno de ella. Mi madre guardaba los lomos que no se curaban en una tinaja pequeña con aceite y de allí se iban sacando.
Un beso.
Aquí lo llamamos la "conserva", yo he seguido haciéndola todos los años porque venía muy bien tenerla en Lanuza para cuando subíamos, ponía costilla de cerdo, lomo y longaniza.
EliminarGran historia del pasado, y digo yo, esa carne que se guardaba durante ocho días sin frío no se echaba a perder, no se, 8 dias son muchos, un abrazo.
ResponderEliminarParece mentira pero es verdad, los guardacarnes estaban en la parte más oscura y fresca de la bodega, se mataba un cordero y duraba por lo menos una semana.
EliminarHermosas historias y vivencias las que nos cuentas sobre tu tierra.
ResponderEliminarBesicos.
Gracias Rafa, un abrazo.
EliminarLo que escribió Marcos es un tesoro. Trae a la memoria un montón de recuerdos, y te lleva a los felices años de la infancia. Gracias por compartirlos.
ResponderEliminarAprovecho para desearte que te cures pronto.
Un abrazo
Es un tesoro del que vamos a disfrutar siempre.
EliminarEl catarro es largo y pesado, pero ya se irá.
Un abrazo fuerte.
Hola Angelines... Te agradezco que con (HISTORIAS DE LANUZA)me hagas sentir y recordar cosas tan bonitas. Un abrazo de Marivi
ResponderEliminarSon cosas que si no hay alguien que las recuerde, caen en el olvido para siempre. Gracias Marivi.
EliminarMe entusiasma seguir leyendo estas historias de Lanuza. Lo del pan me ha hecho recordar también las grandes hogazas que se hacían en el horno del pueblo y que yo comía en casa de mis abuelos paternos. Igualmente se llevaba antes el grano a los molinos y se pagaba con una parte del mismo.
ResponderEliminarUnos bollos eran de centeno y otros de mezcla de trigo y centeno. También era frecuente en Galicia hacer pan de harina de maíz, que aunque pesado para el estomago, sabia rico.
Para que veas que no me dejo ni un renglón, te comento que en el cuaderno de Anchaime sobre las sanciones dice dos veces "recomiso", donde debía decir "decomiso", pero supongo que has querido ser fiel a las propias palabras que él utilizó en su escrito.
Espero que sigas contándonos más historias de Lanuza, que con matices diferenciadores, nos hacen recordar también historias de nuestros pueblos.
Un cariñoso abrazo.
Claro Chela, en cada tierra se adaptaban al medio, pero en cada pueblo tenían sus propias costumbres. Ya he corregido el "decomiso" y si ves algo más no dudes en decírmelo. Soy totalmente fiel a lo que él escribió, pues simplemente lo copio, pero puedo corregir lo que no está bien. Besicos.
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