Casa Herrero-Lanuza |
De repente se ha ido el largo invierno y surgen las flores hasta por los tejados. Siento una especie de contradicción; cuanto más color hay, yo veo más gris; cuanta más alegría, yo siento más tristeza. No lo puedo evitar, eso es como un río que todo lo inunda y hay que esperar a que las aguas se calmen, una y otra vez. Veré muchas veces las mismas ventanas alegres y llenas de color. Me acostumbraré !?
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