-En los momentos de oscuridad cierro los ojos y aguanto el chaparrón, al final se pasa y sigo el camino. Siempre es igual.
31/7/13
Consejo del día
-En los momentos de oscuridad cierro los ojos y aguanto el chaparrón, al final se pasa y sigo el camino. Siempre es igual.
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Es cierto Angelines, por fuerte que soplen los vientos, luego llega la calma, lo que ocurre que mientras dura la tormenta te puede hacer mucho daño.
ResponderEliminarBesicos.
Las tormentas son de temer. No sirve de mucho luchar con ellas, y es cosa sensata buscar refugio. También es verdad que tiran los erizos de los castaños al suelo, donde no duran mucho tiempo enteros y es, estando rotos, cuando se abren. Aunque, ¿a quién le apetece darse un castañazo? Tomo nota de tu consejo, Trimbolera, no en vano eres montañesa.
ResponderEliminarSiempre es igual, pero hay que tener fuerza para aguantar los chaparrones.
ResponderEliminarSí, es así, aunque solo lo admitimos cuando alcanzamos la paz, cuando ha pasado el chaparrón, mientras vivimos sumidos en la desesperación y desesperanza pensando que va a durá para siempre.
ResponderEliminarNo hace tanto daño la intensidad, si no la duración que es la que hace que se eternicen los problemas y las malas rachas, pero al final se hace la luz, ese arco iris que nos llena de seguridad y esperanzas, entonces es cuando decimos, es verdad, tenían razón.
Eso es lo que tenemos que aprender realmente, a confiar, a tener seguridad de que lo superaremos y los fuertes vientos que antes tiraban árboles, ahora mecen suavemente las ramas en un susurro que suena a canto celestial.
Un abrazo: Sejo