Guardados como oro en paño tengo unos calcetines de lana de oveja, hechos por yaya Orosia para Marcos, sin estrenar. La batalla contra las polillas la tengo ganada hace años porque no olvido poner las defensas necesarias y es que ellas se cuelan con el más mínimo descuido acabando con verdaderos tesoros. Un día sacaré la pliega de yaya Orosia para que se airee, se la hizo ella misma cuando sus padres la mandaron a Zaragoza para que aprendiera a bordar ... llegaron tiempos muy malos y cambios rotundos ... la ropa se quedó en la arqueta sin usar. Está en un armario con muchos recuerdos de yayo Melchor, yaya Mina y yayo Ángel ... son sus vidas disecadas, sus historias en telas, papeles, pequeños objetos ... Me hacen compañía !!
Siempre es bonito el recorda, el tener memoria, el disfrutar de las historias y objetos de nuestros antepasado, y ante todo, como tu nos lo cuentasa y compartes.
ResponderEliminar¡Buen fin de semana!
Besotes
Ana y Víctor.
Muchas gracias.- Besicos a los dos.
EliminarEstos calcetines tienen mucho valor sentimental pero también por la lana y lo bien hechos que están. Se ven muy calentitos,
ResponderEliminarya me imagino cuantos recuerdos te traerán.
MªAngeles.Alicante.
Calientes son muchísimo y además no sudan los pies como con los modernos, pero pican ...
EliminarHola Angelines.... Precioso comentario el que nos pones hoy. A mi tambien me gusta sacar algunos recuerdos de esas personas que hemos querido tanto y ahora no estan con nosotros,te acercan a ellos aunque solo sea un poquico. Un abrazico fuerte para ti .... De Marivi.
ResponderEliminarLa verdad es que todo lo que nos rodea son recuerdos, Mariví.
EliminarSi no fuera por el realce de adorno en los tobillos, son idénticos a los últimos que me hizo mi abuela para vestir con el traje regional y que, al igual que tú, guardo como oro en paño.
ResponderEliminarEs que nuestras abuelas sabían hacer de todo, eran tiempos de auto-hacer-todo.
EliminarEse armario guarda muchos tesoros, mete castañas de indias, son estupendas para conservar. Yo en casa las tengo en todos y sin problemas con las polillas:))
ResponderEliminarUn beso.
No sabía eso, tengo que hacer lo que dices, éste año recogeré castañas.
EliminarHola Trimbolera , una bonita entrada casi media vida , hay en los armarios de los yayos , a mi me pasa lo mismo con los de mi abuelo Andres , me gusto mucho esta entrada ,besos de Flor.
ResponderEliminarHay muchas cosas que en su momento se guardaron y allí siguen pero otras muchas no les daban importancia y fueron desapareciendo.
EliminarUna de las tradiciones que más han cambiado en la organización de las bodas es todo lo referido al ajuar o “pliega” de la novia.
ResponderEliminarEllas eran las encargadas de llevar las sábanas, mantelerías, toallas, paños de cocina etc. Para su nueva casa, desde muy jóvenes las madres iban comprando las cosas que guardaban para que sus hijas tuviesen todo lo necesario.
Como tú dices de la yaya Orosia, muchas nos dejamos la vista bordando sábanas a mano, muy bonitas pero poco prácticas, con lo cual con la llegada de las fibras sintéticas las dejamos guardadas en el fondo del armario.
También he conocido familias que exponían la “pliega” de la novia, para que las amistades la pudiesen admirar.
¡¡Que tiempos aquellos!!
El ajuar era muy importante, en cambio ahora no quieren ni oír hablar de eso, además es de difícil acertar, antes las camas de matrimonio tenían una medida, pero ahora hay infinidad de formas y tamaños.
EliminarEstoy de acuerdo con vosotras. Con lo que se gastó mi pobre madre haciendo la pliega mes a mes... yo si que fui utilizando la ropa pero había tanta que pensé "se la daré a mis hijas cuando se casen"... No han querido nada. Es más, me han convencido de lo cómodo que es el edredón y ... que queréis que os diga. Allí quedaron sábanas sin estrenar, incluso algunos camisones (que a mí me gusta el pijama) .. En fin. Así es la vida y hay que ir con los tiempos.
EliminarCon lo del ajuar ha cambiado mucho, yo de mi abuela tengo las cosas de ganchillo, y mi madre unos Reyes Magos, que yo esperaba una muñeca ya me regalo una sabanas, que le costarían un dineral, ella trabajaba y no tenia tiempo para labores pero siempre le han gustado. Sobre los objetos de las personas que nos han dejado, sirven para que sigan vivas en nuestros recuerdos. Besos.
ResponderEliminarAsí hacía mi madre, en los cumpleaños ... ropa !! No me hacía ninguna gracia pero aún se lo agradezco ahora.
EliminarQue lindos recuerdos, yo también tengo bastantes cosas. Besitos.
ResponderEliminarSão estes "recuerdos" que constroem nossa identidade! Somos o que somos graças aos que vieram antes. Hoje, mantemos ou ao menos contamos sobre as nossas tradições e construímos o que deixaremos para os que chegaram e para aqueles que ainda virão... Assim caminha a vida... Beijos, Angelines.
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