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PERO SOBRE TODO SIENTO Siento tu risa, preciosa En todas partes: Por la casa, en el jardín Y en el coche. Pero sobre todo… La siento en mi interior hecha eco Y siento tu voz hecha palabra. Palabra de gracia, de alivio y de consuelo. Y siento tus pasos silenciosos más ágiles que el viento.Pero sobre todo, siento en cada cosa que escucho, que toco y que contemplo…… siento tu amor y tu presencia. Porque es algo que no puede morir. Porque tú ¡¡no has muerto!! Para siempre estarás viva En nuestro recuerdo PARA ELLA -De su abuelita Laura- Hoy hace tres años que Laurita ingresó en el hospital y justamente un mes después salió para siempre. Aún no había cumplido cuatro años. Su abuela Laura la lleva constantemente en su corazón. |
24/9/13
Laurita
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¡Qué tristeza! Debe ser un dolor muy difícil de superar. Bonito el poema. Abrazos
ResponderEliminarPienso que las grandes penas, como las alegrías, nunca vienen solas. Es como si necesitáramos tener presente que la felicidad no es eterna, que solo hay momentos felices.
EliminarSi, fue una pena muy difícil de superar, pero un año después, llegó Víctor, que pronto cumplirá dos años y fue una gran alegría para toda la familia. Gracias Ligia, un abrazo
Hola Angelines, triste recuerdo el de ese angelito que antes de tiempo se lo llevo el de arriba, pero tener por seguro que ella estará cuidando de todos vosotros, muy bonito el poema que le dedicas, todo mi cariño para vosotros.
ResponderEliminarBesos.
El poema lo ha puesto su abuelita Laura en un comentario, yo sólo lo he pasado a una entrada. Fue, y es, muy triste para todos. Recuerdo el 23 de octubre de hace tres años, estábamos en Lanuza y cuando me lo dijo por teléfono ... no me lo podía creer.
EliminarGracias. Durante mucho tiempo, cuando no tenía ganas de ver a nadie y mi único deseo era reunirme con ELLA, el blog de mi amiga Angelines fué para mi una válvula de escape y un gran consuelo
EliminarEs dificil vivir con una tristeza de ese tipo y su abuela lo plasma muy bien en ese precioso poema que nos deja .
ResponderEliminarUn abrazo a las dos.
Gracias Chelo, me gusta escribir y guardo muchas cosas de aquella época.
EliminarPero cuando llegó mi nieto Víctor, necesitó de todo mi tiempo y dedicación y tuve que relegar a un segundo plano muchas de mis aficiones, que espero poder retomar algún día. Besos
¡Ay, Dios mio!... Cuánto amor y a la vez, cuánta tristeza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo creo Rafael que el amor por los nietos es el más puro y desinteresado que existe.
ResponderEliminarMe gustan tus "versos al vuelo" y te sigo siempre que puedo. Otro abrazo para ti
Un abrazo muy fuerte para Laura en este aniversario tan triste.
ResponderEliminarMuchas gracias Astún, ya ves así es la vida con sus días tristes y alegres como el que pasasteis vosotras en Lanuza.
ResponderEliminarPor cierto, en la foto me pareciste muy joven. Besicos
Laura, aunque no nos conocemos personalmente, sabes que siento, como propia, la perdida de Laurita.
ResponderEliminarMuchas veces no hace falta conocer personalmente a las personas, para sentir cariño y admiración por ellas; y sabes que eso es lo que siento por ti. Un beso y muchas gracias
EliminarLaura, al leer tu poema tus palabras se me han clavado muy adentro, tal vez porque trabajo con niños y de alguna manera llevo también conmigo el eco de sus risas, el de sus voces... A mi también el calor de una mano pequeña y liviana, la gracia de las palabras salidas de la boca de alguien que levantaba más bien poco del suelo, me han traído en alguna ocasión consuelo y me han sido una ayuda inestimable en momentos difíciles. Los pasos ágiles de esos pies que calzan números bajos, que freno por lo pasillos en otoño, invierno y primavera, corren tan libres en verano, que es imposible que no me den alcance y parece que una siempre llevara consigo ese extraño cosquilleo que producen.
ResponderEliminarNo son raras sus huellas en los cristales cubiertos por el vaho, no se salva de ellas la pizarra, el barro es para ellas lo que el imán para el clavo... pero donde tú las llevas, Laura, ahí, no hay bayeta, gamuza, trozo de fieltro...; no hay sequía capaz de robártelas. Un abrazo.
Querida A.M.E., tus palabras llenas de poesía me han llegado al corazón; me gustan los niños, adoro a mis nietos y Laurita es para mí el recuerdo más hermoso y querido de mi vida. He aprendido que el futuro es imprevisible y que no sirve de nada sufrir por adelantado, e intento vivir el presente y disfrutar de todas las cosas buenas que tengo a mi alrededor
ResponderEliminarGracias por tus hermosas palabras. Un beso
Precioso Laura !! Laurita os dejó en su corta vida muchos recuerdos que no olvidaréis.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Su vida fue corta, pero fue muy, muy feliz y tuve la suerte de compartir con ella
ResponderEliminarmuchísimos de esos momentos felices. Un abrazo, tocaya
Imposible olvidar a una personita tan especial, sobre todo por la serenidad y el amor que transmite su abuela.
ResponderEliminarUn fuertísimo abrazo, Laura.
EliminarAmiga Pepa, muchas veces he intentado transmitir tranquilidad o serenidad como tú dices, sobre todo por no hacer sufrir más a los que estaban a mí alrededor. Necesité mucha ayuda para superarlo y todavía sigo leyendo y buscando cosas que me ayuden a aceptarlo.
Después de casi tres años, vuelvo a sonreír, sobre todo porque sé que allá donde esté, Laurita desea verme feliz.
Me gustan los consejos del Dr. Nevado, son todos útiles y como muestra dejo dos. Un cariñoso abrazo desde la distancia
Manuel Nevado, psicólogo del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, nos da 10 consejos muy útiles para superar el fallecimiento de un ser querido.
“Aprender a recordar”, teniendo en cuenta que de los procesos de duelo se sale recordando y no olvidando. Olvidemos ese contexto social que hay en torno a este tema, porque es muy importante.
El décimo y muy importante es “volver a disfrutar”, volver a sonreír y no sentirte culpable cuando te descubras a ti mismo o a ti misma riendo en un evento social, o con un grupo de amigos o un grupo de familiares.
GRACIAS AMIGA.
ResponderEliminarPerdoname Laura que este año no te haya escrito nada un día así, pero no sé ni en qué día vivo. Desgraciadamente hace aproximadamente un mes una prima de mi marido pasó por lo mismo que vosotros, su niña tampoco ganó la pelea que estaba librando contra la leucemia y no llegó a cumplir 13 años. No dejé de pensar en ti ni un momento. Mi mejor amiga aquí es una madrileña que se llama Laura y su hija mayor se llama Lucía, así que, cada día tengo algún momento para acordarme de Laurita, un año mayor que esta Laura. No pienses que el tiempo hará que nos olvidemos de ella, siempre hay algo que nos la trae a la memoria. Un beso muy grande.
ResponderEliminarAy, querida Paz, como no te voy a perdonar, si a pesar de la distancia, cuando te vemos en el Bosque nos parece que ha salido el sol…¡aunque sea de noche!
EliminarDesgraciadamente, como hemos comentado muchas veces, el vencer la leucemia es una carrera larga, difícil y llena de obstáculos, en la que muchos se quedan en el camino. Pienso en la prima de Bernardo y quisiera poder darle un beso de ánimo, así como a todos los padres y abuelos que han pasado por un trance tan doloroso.
Pero no cabe duda de que se sale adelante y que la vida nos sigue dando alegrías y se vuelve a recobrar la paz interior.
Lucía y Víctor está muy bien, pero no se si dan más trabajo o es que yo me vuelvo más vaga, pero cada vez me queda menos tiempo libre.
Ya ves, nuestra amiga Trimbolera consiguió pasar al “Rincón”,
un montón de “mesas camillas” así que aquí cabemos todos.
Les mando un abrazote a tus “chicos” y un beso para ti.
Y yo también me vengo por este rincón. "Después de los años mil, las aguas van por donde solían ir" , perece que busco esa sonrisa cómplice de Laura y si encima me encuentro con Paz ... ya lo tenemos todo.
ResponderEliminarA ver si sé pasar la mesa camilla a este rincon ...
Laura, aunque no nos conocemos, deseo enviarte un cariñoso abrazo en este aniversario tan triste para toda vuestra familia.
ResponderEliminarHola Maribel, siempre vuelvo por este “Rincón” donde nos hemos reunido tantas veces, amigos y otros a los que sin conoceros personalmente os llevo también en mi corazón, ya que habéis sido mi consuelo en los peores momentos de mi vida; por eso os doy infinitas gracias. Otro abrazo para ti
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