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| Sierra Telera |
- Da qué pensar ... a veces es difícil. Me gusta el consejo porque me ayudará a distinguir y así no me agobiaré más de la cuenta.
19/10/13
Consejo del día
- Da qué pensar ... a veces es difícil. Me gusta el consejo porque me ayudará a distinguir y así no me agobiaré más de la cuenta.
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ResponderEliminarHay un cuento que viene muy al hilo de tu consejo. Sin duda lo conoces: La Sirenita. Aunque no sé si en su versión original, ya que, por desgracia, la idea de que los cuentos son cosa de niños y para ellos hay que adaptar las versiones originales, limando asperezas y almibarando la crudeza que a veces transmiten, hace que nos llegue alterada la esencia de los mismos.
ResponderEliminarhttp://i-tuoi-occhi-neri.blogspot.com.es/2012/01/la-sirenita-version-original-de-hans.html
En la historia original de Andersen, la protagonista logra tener piernas para vivir entre los humanos y acercarse al príncipe de sus sueños por medio de un poderoso hechizo. La contrapartida es que para conseguirlo perderá su voz _ese don personal capaz de atraer a cuantos la rodean_, a cada paso sentirá el dolor de cuchillos afilados en sus pies y piernas y, por si esto no fuera poco, si no consigue enamorar y casarse con el príncipe, acabará convertida en espuma de mar. No obstante, la autoexigencia de la protagonista está hecha a la medida de la necesidad que experimenta del cariño de su amado, por lo que el dolor acaba por formar parte de ella a base de habituarse a él, con lo que logra sonreír y dedicar gestos amables al objeto de su amor, aunque, finalmente, el logro de su meta se trunca y acaba transformada en espuma.
Entregarse a una dura exigencia y disciplina por la necesidad de cariño, reconcimiento, éxito o valoaración, la necesidad de la mirada del otro para caminar, ocultar lo que de nosotros consideramos rechazable, perder nuestra voz _nuestros sentimiento, nuestras opiniones, ..._ para dar un imagen que nos granjee la aprobación del otro, no nos lleva más que a convertirnos en espuma de mar. Es una exigencia que, a base de enmascararnos y disfrazarnos, nos desdibuja y nos borra.
Estoy de acuerdo, con tu apreciación de hoy. Me hacer reflecionar a cerca de lo que soy en estos momentos: ¿sirenita o princesa encantada?
Si, hay que reflexionar, pero en la historia de la Sirenita hay algo más. Yo la entiendo, también hubiese arriesgado, cuando te enamoras locamente, con pasión, con locura, no hay obstáculos ni barreras. Todo se supera, no se atienden a razones ni consejos, por eso decimos que el amor es ciego. Lo es, lo sé, lo aseguro. Quien se ha enamorado así nunca lo olvida.
ResponderEliminarUn besito:Sejo