" NADA HAY MÁS NUEVO QUE EL AMANECER DE CADA DÍA " - EMPIEZO EL BLOG EL 3 DE JUNIO DEL 2.010 - (mi refugio)
12/11/13
Día de viento
Están arreglando las aceras para que las sillas de ruedas lo tengan mucho mejor. Yo recuerdo cuando mi madre iba en silla, me sabía de memoria los accesos y muchas veces tenía que dar un rodeo. Un carrito de niño o el de la compra no son pesados y puedo arreglarme, pero la silla de una persona mayor tiene más inconvenientes, así que me parece muy bien y además necesario.
Hemos pasado, como siempre, por la rotonda junto a la Ciudadela, en la que hay un monumento dedicado a nuestro último Obispo de Jaca, ahora es compartido con Huesca. D.José Mª Conget fue el que tuvo que lidiar con Marcos sobre la devolución de las campanas a Lanuza. La relación entre los dos era tensa por sus diferentes formas de ver lo que era justo y fue la causa de que las campanas tañeran muchos años antes de volver a su campanario.
Está haciendo un viento que se lleva hasta a los pájaros.
El chopo de las leyendas. Es grande y gordo, para él sólo son cosquillas pues puede resistir todo lo que le echen, es diferente el Árbol de la Salud que es joven aún, a mi me duele mucho más, a pesar de todo no deberíamos maltratar a los árboles, quién nos ha dicho que no sufren !?
Aire también hizo ayer mucho aire por Zaragoza, hoy también, pero parece que ha amainado un poco. En cuanto a las aceras, tengo suerte ya que alrededor de la residencia donde se encuentra mi madre, hasta su casa y la mía no hay ni un solo bordillo, no obstante hace unos días paseando con ella por los alrededores del campo de fútbol de la Romareda me metí por una calle que no conocía y justo en mitad tuve que retroceder ya que había un escalón que no habían acondicionado.
Ahora, bueno ya hace años que en muchos sitios se están tomando medidas, para que las personas impedidas lo tengan más fácil circular, y se están creando accesos por las aceras y demás. Pero hace años para mucha gente salir a la calle suponía un calvario el desplazarse de un sitio a otro.
Rosario, a Jaca la llaman la "perla del Pirineo", brilla con luz propia por su historia y por bonita, se me nota el orgullo de vivir en ella, verdad ?.
Me gustan los días soleados del otoño, en los que apetece pasear por el campo por las mullidas alfombras de hojas. Pero los días de viento son otra cosa, el viento es un fenómeno de la naturaleza que me produce inquietud y nerviosismo, sobre todo si es por la noche. Pasa el viento en un agrio carcajear y áspero pasa y pasa cual demente, y está mi alma trágica y doliente, no sabe si reír o si llorar.
Viento de triste voz, viento gimiente, viento que de mí ríes sin cesar, y que ríes del mundo y del mar. ¡Cómo tu voz tortura así a la gente!.
Es mejor que tú llores, pobre amigo, y que desahogues tu dolor conmigo. No rías, pues, que el viento da sus llantos.
¡Qué bien conozco, amigo, esa tu suerte: tener el pecho frío cual la muerte, y en torno nuestro oír risas y cantos!. Florbela Espanca (1894-1930)
La corteza del árbol tiene tres capas, las dos más externas son tejido de células muertas, la tercera tiene cantidad de vasos conductores de sabia y, por lo tanto, su células están vivas. El árbol, y por lo tanto su corteza, crece (en primavera y verano) y se regenera de año en año. La sabia cicatriza las heridas, siempre que estas no sean mortales (en otoño-invierno, por lo general). Es curioso, porque determinados cortes que afecten a la capa conductora de alimento, pueden hacer que los nutrientes no puedan abrirse paso en una dirección concreta, pero la sabia, como la vida, se abre paso y circulará en otra dirección vigorizando así la zona hacia la que se dirige. La corteza más externa, no es del todo compacta, tiene pequeños poros que permiten la circulación del aire. Por eso, la corteza, además de ser una barrera física y química entre la planta y el exterior, es, a su vez, una vía de contacto y parte del sistema respiratorio de la planta, por decirlo de alguna manera. ¡Estupendo que en Jaca corra la sabia que abra caminos a los que se topan con barreras arquitectónicas! ¿Será la misma sabia que devolvió el eco de las campanas de Lanuza a los parajes tensinos? Sopla viento en tu tierra. Tal vez sean nuevos aires. Abre los poros de tu corteza, Trimbolera.
Te tira más el monte como a mí, tengo la suerte de vivir a las afueras de Béjar casi en el campo, muchos de los árboles de la última entrada los tengo al ladito de casa:)) Gracias A.M.E Que buena lección de naturales nos has dejado:)) Un beso.
Aire también hizo ayer mucho aire por Zaragoza, hoy también, pero parece que ha amainado un poco.
ResponderEliminarEn cuanto a las aceras, tengo suerte ya que alrededor de la residencia donde se encuentra mi madre, hasta su casa y la mía no hay ni un solo bordillo, no obstante hace unos días paseando con ella por los alrededores del campo de fútbol de la Romareda me metí por una calle que no conocía y justo en mitad tuve que retroceder ya que había un escalón que no habían acondicionado.
Y si no hubiera aceras !?
EliminarSe evitarían tropezones y caídas, pero claro, los coches sería mucho peligro. En las zonas peatonales ya no las hacen.
Has salido de paseo con tu cámara de fotos y así es como si hubiéramos paseado juntas. Gracias
ResponderEliminarMenos mal que no se nos ha llevado aire !!
EliminarAhora, bueno ya hace años que en muchos sitios se están tomando medidas, para que las personas impedidas lo tengan más fácil circular, y se están creando accesos por las aceras y demás. Pero hace años para mucha gente salir a la calle suponía un calvario el desplazarse de un sitio a otro.
ResponderEliminarBesicos Angelines.
Ya había muchas aceras acondicionadas, pero me alegra de que les toque a las nuestras ahora.
EliminarPrecioso y práctico tu pueblo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte amiga.
Rosario, a Jaca la llaman la "perla del Pirineo", brilla con luz propia por su historia y por bonita, se me nota el orgullo de vivir en ella, verdad ?.
EliminarBonito paseo, Angelines.
ResponderEliminarEres una guia buenísima y genial.
Besos
Lo malo es que lo principal está dentro de la ciudad y a mi me tira más el monte, como a las cabras.
ResponderEliminarMe gustan los días soleados del otoño, en los que apetece pasear por el campo por las mullidas alfombras de hojas. Pero los días de viento son otra cosa, el viento es un fenómeno de la naturaleza que me produce inquietud y nerviosismo, sobre todo si es por la noche.
ResponderEliminarPasa el viento en un agrio carcajear
y áspero pasa y pasa cual demente,
y está mi alma trágica y doliente,
no sabe si reír o si llorar.
Viento de triste voz, viento gimiente,
viento que de mí ríes sin cesar,
y que ríes del mundo y del mar.
¡Cómo tu voz tortura así a la gente!.
Es mejor que tú llores, pobre amigo,
y que desahogues tu dolor conmigo.
No rías, pues, que el viento da sus llantos.
¡Qué bien conozco, amigo, esa tu suerte:
tener el pecho frío cual la muerte,
y en torno nuestro oír risas y cantos!.
Florbela Espanca (1894-1930)
Es fundamental eliminar las barreras.
ResponderEliminarLa corteza del árbol tiene tres capas, las dos más externas son tejido de células muertas, la tercera tiene cantidad de vasos conductores de sabia y, por lo tanto, su células están vivas. El árbol, y por lo tanto su corteza, crece (en primavera y verano) y se regenera de año en año. La sabia cicatriza las heridas, siempre que estas no sean mortales (en otoño-invierno, por lo general). Es curioso, porque determinados cortes que afecten a la capa conductora de alimento, pueden hacer que los nutrientes no puedan abrirse paso en una dirección concreta, pero la sabia, como la vida, se abre paso y circulará en otra dirección vigorizando así la zona hacia la que se dirige.
ResponderEliminarLa corteza más externa, no es del todo compacta, tiene pequeños poros que permiten la circulación del aire. Por eso, la corteza, además de ser una barrera física y química entre la planta y el exterior, es, a su vez, una vía de contacto y parte del sistema respiratorio de la planta, por decirlo de alguna manera.
¡Estupendo que en Jaca corra la sabia que abra caminos a los que se topan con barreras arquitectónicas! ¿Será la misma sabia que devolvió el eco de las campanas de Lanuza a los parajes tensinos? Sopla viento en tu tierra. Tal vez sean nuevos aires. Abre los poros de tu corteza, Trimbolera.
Te tira más el monte como a mí, tengo la suerte de vivir a las afueras de Béjar casi en el campo, muchos de los árboles de la última entrada los tengo al ladito de casa:))
ResponderEliminarGracias A.M.E Que buena lección de naturales nos has dejado:))
Un beso.