- Ya lo creo que sí. Yo me refugio en un pequeño gesto. Todo el año tengo una lamparilla junto a la foto de Marcos, es una manera de sentir algo tangible. Ahora, en Navidad, encenderé una vela, de las gordas, que durará todos estos días e incluso nos acompañará en la mesa, con esto me vale. Todos guardamos en el corazón la tristeza de las sillas vacías para sacar el amor a la familia que tenemos cerca.
ya sea que tengamos enorme felicidad , o que estemos agobiados por un gran dolor, algo hay, que nos hace resurgir, yo algo "payasa" ya soy, y los demás se ríen. BESOS
ResponderEliminarCon tu humor y sencillez seguro que la mesa será una alegría. Besicos.
EliminarLos pequeños gestos son los que nos hacen seguir adelante.
ResponderEliminarBesazos, Angelines.
A base pequeños pasos vamos caminando, Mirella. Besicos.
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