Con un molinillo azul. |
Ayer mismo limpié todo lo seco de la flor de nieve, eché tierra encima de las raíces y la protegí de Bolo con palillos. Siento la cercanía de la primavera, me gustan y me llaman las flores aunque no quiero tener nada más que las necesarias para llenar mi vida de ahora. La Edelweiss es la que ocupa el lugar predilecto y va a recibir todos mis mimos y atenciones. El año pasado recogí una buena cosecha durante toda la primavera, verano y otoño, no dejó de hacer flores hasta que llegó el frío y se tapó con sus propias hojas secas. Siento alegría de poder bajárselas a Marcos al composanto porque sé que él está sonriendo cuando se las pongo, sabe que las cuido para él y eso tiene que llegarle como sé que le llega la música. Estas son las cosas que nos unen a través del espacio y las que me producen un sentimiento de paz y conformación.
Un abrazo con cariños
ResponderEliminarLa paz y la aceptación son claves en la vida Angelines. Da gusto verte tan alegre y dispuesta.
ResponderEliminarNo tenía claro que flor era esa que describes y acabo de mirarla en la red. ¡Preciosa!
Un abrazo.
Seguramente debes tener una mano "verde" para las plantas.
ResponderEliminarÉxitos con la edelweiss este año.
Besos.
Que bonito todo, las flores, tus trazas, tu amor,,,
ResponderEliminarQue bonita la flor de nieve aun me acuerdo cuando bajaba de puerto, entonces se podían coger. Un abrazo
ResponderEliminarQue gran amor el tuyo!!!
ResponderEliminarAmor, música,Edelweiss, acaso existe algo más maravilloso??
Ta lo creo que sonreirá...
ResponderEliminarUn beso.
BESICOS.
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