Un hombre, cazando mariposas se cae por un precipicio, en el último momento se agarra a una rama y grita:
- Hay alguien ahí?
Una y otra vez el eco repite sus gritos.
Por fin resuena una voz profunda que le dice:
- No temas hijo mío, suelta la rama y déjate caer, mis ángeles te cogerán porque yo soy Dios.
- Ah, muy bien, gracias, pero ... HAY ALGUIEN MÁS !?
¡Jajaja! qué ingenioso.
ResponderEliminarUn abrazo
Jaja, no tiene demasiada fe.
ResponderEliminarBesos
Será un creyente, pero no se fía mucho.
ResponderEliminarEnésima versión.
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