Los bancos, esas humildes cosas en las que descansamos tanto física como moralmente son tan sumamente imprescindibles y están tan unidos a nuestra marcha por la vida que las damos por supuestas y no valoramos. A veces los pensamientos, preocupaciones o recuerdos pesan tanto que necesitamos sentarnos. Encontrar una simple piedra por el camino, en dónde poder descansar, es como si la naturaleza abriera sus brazos para acogernos con cariño y paciencia. Cuando veo algo tan obvio como un banco se me ocurre buscar su historia, porque todo tiene un origen.
En Grecia por ejemplo usaban el taburete diphos, era famosa una silla kismos, cuyas patas eran curvas hacia afuera. Había sillones de piedra para uso de los magistrados que se conocen ejemplos de 400 AC. También de uso religioso como el trono de terracota de la tumba de Kamilari 3000 AC. En Roma se usaba la curul, silla del Alto Magistrado, de la que procede el actual estilo curul.
Desde luego, nuestro banco por excelencia y muy unido a la historia familiar de la casa, es la cadiera, que rodeaba el fogaril y era el lugar de reunión en noches de invierno de toda la familia mientras las brujas acechaban por las chimeneas alimentando la imaginación, ya escribí algo en el blog hace tiempo.
Aquellas cadieras de madera...¡cuántos recuerdos! Mucho más que una simple parte del mobiliario hogareño...algo que forma parte de nuestra cultura.
ResponderEliminarSi los bancos pudieran hablar la cantidad de historias que tendrían por contar, tristes, melancólicas, bonitas. Historias con alegrías y decepciones, con éxitos y fracasos...
ResponderEliminarQue lindo y que lindas historias. Besos.
ResponderEliminarHola Angelines, y que gusto estar sentados alrededor del fogaril verdad?, y que gran labor hacen esos bancos dejándonos descansar de vez en cuando, me ha gustado la historia que nos cuentas de las sillas o taburetes:)
ResponderEliminarHoy lo que tengo creo que te gustara:)
Besos.
Hola Trimbolera ,
ResponderEliminarhe descubierto tu blog y me sabe a gloria ...
la parte de Marcos !cuanto me ha emocionado...
la parte de Bolo ha sido una gozada leerlo...yo tambien tengo mi gato sol y me he sentido muy identificada y al mismo tiempo me he reido mucho para mis adentros...
Me gusta como vives tu vida actualmente entre esos parajes maravillosos...una vida sencilla y plena.
Te encontre en un blog
tocaste mi corazón
tù ,trimbolera.
Abrazos
Angelines . Como me gustan tus comentarios!!. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarUn sencillo banco de piedra, o de madera, o de hierro, da igual. Todo lo puede guardar un humilde banco. Me ha encantado tu entrada. Un beso.
ResponderEliminarUn banco es muy importante, pero no se le da la importancia que tiene, pero como tantas cosas, que se reclaman cuando no estan
ResponderEliminarun besote
Que maravilla encontrar un banco y descansar y cuantas historias se cuentan incluso con gente desconocida! Un beso Angelines.
ResponderEliminarhttp://www.solaanteelespejo.blogspot.com.es/
Como es la vida, que algo ten simple y elemental, esté lleno de tanta historia y tradición. Recuerdo haber leído tu entrañable entrada sobre la cadiera, un mueble muy útil y bonito.
ResponderEliminarAbrazos.
En este post hoy aprendí unas cuantas cosas y palabras nuevas.
ResponderEliminarGracias, guapa.
Un abrazo.