" NADA HAY MÁS NUEVO QUE EL AMANECER DE CADA DÍA " - EMPIEZO EL BLOG EL 3 DE JUNIO DEL 2.010 - (mi refugio)

6/6/14

Mico


Este es Mico, estaba en la acera viendo pasar a la gente y su amigo, al lado, lo llevaba con un arnés. No tenía muchas ganas de andar, pero observaba todo lo que se movía. Lo recogió cuando era chiquitín, abandonado o perdido, sucio y lleno de pulgas. El veterinario le dio todo lo necesario y su amigo todo el amor del mundo. Le han gustado mis caricias y no he podido hacer otra cosa que compararlo con Bolo ... me lo imagino atado, y yo ... con armadura. Le quedan pocas horas para gozar de la libertad que le hace feliz porque nos subimos a Lanuza YA !! 

8 comentarios:

  1. Hola de nuevo, pues fijate que a mi me da penilla ver al gato así con arnés, pero claro si lo quiere sacar a la calle debe ser asi, ya me imagino a Bolo loco de contento por irse a Lanuza, su feudo de correrías y libertad, que tengais buen viaje y ya nos iras contando y hacernos disfrutar como siempre con tus imágenes:)

    Besos.

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  2. Es que es la única forma de calmar su curiosidad, pero ... estaba asustado. Bolo tiene suerte, de vez en cuando es libre y hace vida gatuna.

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  3. No entiendo de gatos y antes no se llevaban con arnés, no se si es por reglamento o por seguridad. Ya seguiremos en contacto desde Lanuza. Abrazos

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  4. Yo creo que los gatos tienen que sentirse mejor en libertad, que paseando con arnes, aunque tal vez se acostumbren. Mico tiene una mirada inteligente como si se preguntara: Porque tengo yo que estar atado...?
    Bolo tiene mucha suerte de poder subir a Lanuza y disfrutar de toda la libertad en esos bonitos parajes.
    Por lo que veo ya sentís morriña de la tierra y pronto hareis una escapada. Que la disfruteis!

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  5. Un gatito monísimo, pero le gustará estar atado? no creo..... desde luego que Bolo tiene mucha suerte de disfrutar de libertad en Lanuza y tu de tu casa, tus paseos, tus amigos, todo un LUJO.
    Un beso desde la otra punta y haznos disfrutar a nosotros con tus preciosas fotos y tus lindos paseos.

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  6. Por aquí he visto algún gato que lo pasean con arnés... y se ve rarísimo.
    En general en una ciudad como Buenos Aires, los gatos se quedan en casa, nadie los saca a pasear, en cambio sí a los perros... para que hagan sus necesidades en las aceras y que los dueños no recogen. Imagínate.
    Mico tiene unos ojos preciosos.
    Tendrás trabajo para volver a instalarte en Lanuza. Tómatelo con calma.
    Buen fin de semana, Angelines.

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  7. Tu entrada de hoy me ha llevado a las siguientes reflexiones:
    Un animal libre y salvaje se sabe desenvolver en su medio. Ha sido seleccionado por la naturaleza para sobrevivir a las duras condiciones y si lo hace, no es sin superar "pruebas de alto nivel". La historia del gato doméstico es relativamente corta con respecto a la de otros animales domésticos y, quizás por ello, este animal guarda para nosotros un halo de misterio y un curiosa asociación a lo libre y salvaje. La imagen del gato "de pueblo" que sale y entra de casa a su antojo está muy arraigada en nuestro imaginario. También lo está la imagen exaltada de la "libertad" del gato callejero de las colonias asociadas a nuestra poblaciones. No obstante, nuestra asociación con los gatos tampoco ha nacido antes de ayer. Se remonta muy atrás en el tiempo. También cabe destacar que los estudios no corroboran las lindezas que asociamos a ambas imágenes. Los gatos "de interior" viven en estos momentos un promedio de doce años, llegando cada vez con más frecuencia a alcanzar, la longeva edad en estas especies _poco factible hasta nuestros días_, de veinte años. En comparación, aquellos con acceso sin control o con vida en el exterior, carente de vacunación y cuidados activos, suele ser en muchos casos, menor de cinco años.
    Son datos que hacen reflexionar o, por lo menos a mí me animan a ello.
    Vincularnos con los animales y gozar de su compañía trae sin duda una serie de beneficios mutuos, pero no todo es bello. También trae alteraciones, limitaciones y pérdidas de diferente índole e intensidad para ambos. Los dueños responsables intentan paliar estas pérdidas con ingenio y alternativas, con mayor o menor acierto... El vínculo se reinventa y se adapta a los tiempos y circunstancias particulares.
    Mico en tu imagen, sin duda, está asustado. La tensión derivada de un paseo como ese para él no debe ser poca. ¿Un momento concreto de su paseo? ¿Sus inicios en el adiestramiento? ¿Podrán ser en algún momento de su práctica mayores los beneficios derivados? El tiempo lo dirá. Su amigo tendrá que ir tanteando. Gran parte del éxito de su respuesta se centrará en poner este tipo de asuntos en la balanza.

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  8. Pues ya estamos en Lanuza y Bolo es libre como los otros gatos, con la diferencia de que sabe que ésta es su casa y vuelve, además cuando sube por la escalera siempre saluda con un "rrrrrmiau" de satisfacción. A estas horas, 10´30 de la noche está aún por el corral, pero la puerta de la calle cerrada.
    Yo creo que los gatos necesitan sus ratos de desahogo. Bolo salta por los sillones que los mueve y todo, él corre y salta cuando le apetece y después duerme largos ratos, es él quien decide como y cuando. Lo del arnés no me convence mucho, pero como dices tú, Ana, hay que poner en la balanza los pros y los contras e ir viendo los resultados.

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GRACIAS POR TU TIEMPO.