La fuente |
La fuente tiene un imán que no ha disminuído con los años, es el atractivo más fuerte de los niños. En invierno les da por echar piedras y en verano están siempre encima mojándose. Cuando llegue agosto será como una colmena, el centro de juegos de unos veinte crios o más. El mayor calvario lo pasó Mari de Petro, casa que está justo enfrente, cuando sus cuatro hijos se mojaban sucesivamente y en cualquier descuido ... con el trabajo que había en verano en las casas ... ella se pasaba parte de las noches planchando y aún así, cuando nos veíamos por las ventanas me decía: "baja a tomar un café" y mientras ella planchaba o hacía croquetas ... estábamos juntas un poco. Recuerdo aquellos tiempos, rotos por el pantano, con mucho cariño.
Cuantos recuerdos, tiempos pasados y agua que se llevó muchas imágenes. Mientras tu lo recuerdes permanecerá. Dos abrazos
ResponderEliminarRecordarlo, sí, como si lo estuviera viviendo.
EliminarY doquiera que me halle, en mi memoria
ResponderEliminar-sin que mis pasos a la fuente guíe-,
el símbolo enigmático aparece...
y alegre el agua brota y salta y ríe,
y el ceño del titán se entenebrece.
(Antonio Machado)
... mientras el recuerdo permanece.
EliminarOlé !!
Que bonita poesía.