Estaba esta pareja de contorsionistas haciendo su número libremente en la plaza de Sallent. Nos quedamos un poco mirándolos de paso que íbamos a la farmacia. A la vuelta, llevábamos en la mano unas monedas para echarles ... y ya no estaban. Nos dio pena.
No serían muy buenos cuando los niños no les hacen ni caso.
ResponderEliminarEs verdad, estaban más solos que la una.
Eliminar