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| En el bar de la Estación se toma el sol y se goza de tranquilidad mientras se espera ... porque en las estaciones siempre se espera. La Peña Oroel, disimuladamente, asoma su cabeza. |
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| Un tren de mercancías estacionado, como si el mundo no tuviera nada que ver con él. |
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| Vigas de madera amontonadas dejando aroma de alquitrán |
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Los edificios de la Estación. Lugar de encuentros, de idas y venidas, de historias tan diversas como las personas. Yo recuerdo que, cuando me bajaba a examinar a Huesca por libre de ingreso de Magisterio, en el mismo vagón viajaba Isabel procedente del Valle de Tena y las dos teníamos el mismo destino: la Escuela Normal. Nos conocimos en el "Canfranero" hace más de cincuenta años Si la una iba nerviosa ... la otra más. Mientras bajábamos a Huesca nos dio tiempo de repasar todo el libro. Aquel encuentro nos sirvió de mutuo apoyo y nunca lo hemos olvidado. La vida pasa como un tren. |
Preciosa!! Que envidia me da ver así las estaciones. La nuestra está de pena cerrada desde 1984.
ResponderEliminarUn beso.
Las estaciones son lugares de paso que guardan muchas historias y vivencias. Poder visitar una sin prisa es cosa bonita, más aún si luego se comparte, como haces tú, con este toque "fotorelatado" genuinamente trimbolero. Gracias.
ResponderEliminar¡qué bonito lo cuentas!
ResponderEliminarMe encantan las estaciones y las historias relacionadas con ellas.
Bss
Me gustan estas estaciones antiguas, con su cantina, su reloj y su oficina del jefe de estación. Ns hablan de otra forma de viajar, sin tantas prisas.- Viajar en tren tiene un encanto que no tiene ningún otro medio de transporte.
ResponderEliminarBesos