Tierra de Biescas |
Resulta emocionante ver como la tierra intenta comerse por abajo esta casa que seguro fue una unidad familiar, porque al lado está la fuente y el abrevadero para los animales y, a la vez, la familia la tiene en perfecta conservación por arriba. Siguen sus tierras pero cerraron la casa para ir a vivir, posiblemente, a Biescas. Está rodeada de preciosos campos. Me encanta imaginar a sus habitantes, sus animales, sus sacrificios y trabajos, sus importantes historias antiguas.
Junto a la mía, hay una que el tiempo y los hombres van devorando. Fue vivienda y, después, corral de ovejas. Mantiene en su abandono algunas estructuras que la modernidad alteró en otras, que raramente apreciamos, tal es su deterioro. Donde está ya no se urbanizará y es propiedad de un banco. Personas totalmente ajenas a su devenir han acelerado la caída de su tejado. Con ella morirán sus historias y se disolverán, como un azucarillo en el café, ecos pasados. Tan solo yo guardaré memoria exacta de sus últimos acontecimientos vitales: esos que tienen que ver con los mohos, los liquenes, los musgos, algunas plantas, algunos roedores (erizos, ratas y ratones) y los gatos "asilvestrados".
ResponderEliminarEstando los gatos ya tiene buenos guardianes y, además, está bien ocupada y viva.
EliminarSiempre me han gustado los lugares recuperados por la naturaleza, ya sean buques hundidos llenos de coral o la imponente Estación de Canfranc.
ResponderEliminarEsa casa es, de alguna forma, la metáfora de la recuperación de Lanza, pero a la inversa!
Está al lado del camino y es muy soleada, se nota que no está abandonada pero sí desocupada. Debió de ser una buena casa.
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