Día ventolero

Desde la ventana.- Jaca

Nubes de colores, lluvia, nieve (esta noche nevaba) ... Agitar todo en pequeñas dosis dentro de una gran ventolera, la que está haciendo en estos momentos y resulta un coctel de tomar sólo en casa mientras las hojas de los árboles se dan cabezazos contra los cristales como pájaros desorientados. Bolo salta a la caza de veteasaberqué, un bicho que sólo él ve, yo me aparto porque en cada brinco mueve los sillones, como si el aire (o algún demonio) lo gobernara. El veteasaberqué es muy escurridizo, al final se cansa de perseguirlo y ... ojo ... a mi no me mireees!! 

El aire se va a llevar los tejados. Algún árbol viejo caerá al suelo. Me duele un hombro tanto que casi no me puedo vestir. Mi abuela adivinaba el tiempo y yo me reía ... ya te darán, ya ... también yo soy abuela y lo anuncio mejor que Medina. Bolo y yo formamos el equipo meteorológico mejor:

- Si el gato salta: aire

- Si tengo algún dolor muscular fuerte: aire

- Cuando Bolo duerme mucho: lluvia

- Cuando me duele la cabeza: lluvia

- Si va a hacer mucho frío, el gato busca el sol.

- Si el frío se acerca se me abren pequeñas grietas en los dedos (quebrazas)

- Cuando llega el buen tiempo, Bolo juega más

- Cuando se acerca buena temperatura deseo subir a Lanuza 

Y muchas más cosas marcamos los dos. Yo me admiro de esos pronósticos exactos, como las piedras del patio de casa, en Lanuza, que en un día de sol luminoso si se ponen negras es que la lluvia está viniendo y no falla nunca. Pero esto son cosas de abuela.