" NADA HAY MÁS NUEVO QUE EL AMANECER DE CADA DÍA " - EMPIEZO EL BLOG EL 3 DE JUNIO DEL 2.010 - (mi refugio)

19/12/14

Tizón de Navidad

Nuestro tizón
Tronca, troncada, tranca, corniza, toza, tarugo, tizón ...
Para mí tienen diferentes significados.
- Tronca. Solemos poner en femenino lo grande. Grandes eran nuestras mujeres "dueñas" de las casas familiares en nuestras montañas.
- Troncada. A mi me suena como varias troncas juntas.
- Tranca. Una rama recia sin cortar.
- Corniza. Es un tronco no muy gordo e irregular, con nudos.
- Toza. La parte más gorda del árbol, nudosa y difícil de partir. Se deja entera y se quema, evitando que el fuego se apague, durante mucho rato, unida al tizón ... ya puede venir frío !!
- Tarugo. Tronco gordo, regular y corto. Sirve como apoyo para picar leña e incluso para trocear un cordero.
- Tizón. Es un tronco gordo y largo que el fuego consume poco a poco y dura mucho sin apagarse. El rescoldo unía las largas noches con los cortos días y servía para, echando leña fina, volver a despertar la llama cada amanecer. El tizón estaba todas las Navidades encendido y dispuesto para ser rodeado en cualquier momento, sobre todo en las cenas, recenas, colaciones y bocaus. El amo de la casa, cuando estaban todos reunidos alrededor, en la cadiera, lo bautizaba y bendecía con el vino quemado, ponche, o con el chorro que salía por el picolo del porrón, acompañado de higos, pasas, membrillo, guirlache ...diciendo "Buen tizón, buena brasa, que vivan los de esta casa", quedando inaugurada la Navidad. 
La ceniza, pasadas las fiestas, se recogía y se extendía por los campos, pero antes tenía que pasar el "hombre de las 365 narices" que los niños esperaban, también los Reyes que dejaban los juguetes por la noche, bajando por las chamineras y que sólo podían ver los niños que fueran a esperarlos, a media noche, con las camisas mojadas !!

11 comentarios:

  1. Un post lleno de ternura y de recuerdos, Trimbolera, palabras raras y que supongo de que hoy no se usan, osí? el hombre de las 365 narices!! eso me suena mas, que divertido debía de ser tiempo atrás
    Felices fiestas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Toni, si que usamos esas palabras, si, lo que pasa es que algunos creen que significan lo mismo y no es así.Por ejemplo, si decían "echa esa tranca en el fuego" yo veo un trozo de rama recia sin cortar. Besicos..

      Eliminar
  2. Me encanta toda esta historia de los troncos, tizos, tarugos etc.
    Parece que estoy oliendo a leña quemada, aunque solo sea con la imaginación.
    MªAngeles.Alicante.

    ResponderEliminar
  3. ¡Prepárate que ahí va esto!:

    La fiesta invernal de culto al sol, se celebraba en torno al "tronco de Navidad", cuyo crepitar en muchos pueblos navarros y de alrededores coincidía con la llegada del temible ser de faz oscura, ojos rojos, armado de hoz y haz de argoma, que bajaba bramando por la chimenea para decapitar a los habitantes si el tiro no estaba limpio y/o la casa tampoco. Esto que parece tan terrible, no lo es tanto, si tenemos en cuenta que por aquel entonces las casas eran de madera y ardían como la yesca sin ser necesaria mucha chispa. En tiempos de mayor bonanza, el personaje se dulcificó, aunque sin perder su relación con el fuego, transformándose en un carbonero con tintes pantagruélicos, de cara tiznada, fumador de pipa y embajador de la Navidad, que entraba en los hogares a calentarse en el fuego del hogar, a la lumbre del magnífico tronco que ardía en él en Nochebuena. En nuestros días, acorde con los tiempos y la sociedad de consumo, ya no es un ser mitológico, sino un personaje "light" a su vera, que trae regalos a los niños.
    Del tronco sólo se acuerdan los más mayores. Hace cientos y cientos de años, cuando las casas eran poco más que el "hogar", era un gran árbol que ardía en el centro de las casas, y cuyo humo salía por entre las tablillas o la paja del tejado. La fiesta del solsticio estaba dedicada por entero al sol, convertido de manera simbólica en tronco ardiente. Se celebraba todo esto con su simbología similar, pero al mismo tiempo llena de matices particulares y propios, que variaba según los lugares y según la época. En años no muy lejanos, por aquí colocaban en el fogón un tronco grande: el "tronco de Dios"; otro más pequeño para la Virgen, otro algo menor para el Niño, y en tamaño descendente ponían uno por cada miembro de la familia,otro por los navegantes, otro por los caminantes, y un último tronco por "el pobre que está en la puerta", lo cual era un decir, pues ni esa noche ni ninguna otra se quedaban los pobres a la intemperie. Al contrario: todos tenían en la casa un lugar donde dormir, y todos compartían "mesa y mantel" con la familia.
    Terminada la noche, el tronco se apagaba, para encenderlo en los momentos en que una tempestad o calamidad acechaba a la familia, no sin antes haber hecho pasar sobre su resto humeante los animales de la casa, amén de utilizar sus cenizas para santificar los campos, y esparcidas sobre las semillas, para protegerlas y ayudar a su germinación.
    Rituales similares tenían lugar también en Galicia, Andalucía, Castilla, Cataluña... y, como tú has dejado bien claro, también en Aragón. Italia, Gran Bretaña, Francia... también han sido testigos de ritos como estos. El folklore griego habla de seres míticos con la cara ennegrecida y los ojos rojos y sanguinolentos, que cometen grandes fechorías, y entrando por las chimeneas de las casas se comen la cena de Navidad. Para evitarlo, los campesinos griegos ponen en el hogar un tronco que debe arder los doce días que esos seres subterráneos andan sueltos. Y aquí paro, porque al parecer la cosa da mucho de sí y podríamos seguir investigando, tirando de la manta y dando con más y más datos al respecto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. P.D.: Olvide un pequeño detalle que no me puedo reprimir de la gracia que me ha hecho la coincidencia:
      Se decía en el valle de Larraun (Navarra), en muchos de cuyos hogares colgaba de la chimenea un muñeco de paja con una boina sobre al cabeza y armado con una hoz, que, éste, tenía un ojo más que días tiene el año.

      Eliminar
    2. Qué maravilla. Me entusiasman las tradiciones y leyendas que siempre tienen un punto real de origen y como van evolucionando pero no perdiendo. He disfrutado muchísimo porque lo conocía por encima, ahora me lo volveré porque me ha encantado. Tenemos puntos en común muy arraigados y esos son los que verdaderamente emocionan y estremecen. Besicos.

      Eliminar
    3. Fíjate hoy, hablando con mi padre de estas cosas, va y dice que su abuelo decía en que, en Noche Buena, pasaría un peregrino con tantas cabezas como días tiene el año.

      Eliminar
  4. Que leyendas y recuerdos tan bonitos. Besos.

    ResponderEliminar
  5. Conozco el tarugo y el tizón y por tranca la que se ponía detrás de las puertas...y la que se cogen algunos por estas fiestas;))
    Buena historia!!
    Un beso.

    ResponderEliminar

GRACIAS POR TU TIEMPO.