No puedo explicar la razón por la que esta trimbolera me habla, me atrae, cada vez que paso por delante le hago fotos, me paro a contemplar sus ramas horizontales, su tronco torcido y a pesar de todo, o precisamente por eso, me gusta más que las otras casi perfectas. Se rompió su rama guía, pero consiguió seguir su camino con la misma fortaleza y dirección. Para mi es un símbolo, un ejemplo ... yo creo que me conoce cada vez que paso mis manos por su blanco tronco porque, cerrando los ojos, siento murmullos de la tierra, como se escucha el mar en una caracola.
Eres un poema amiga...
ResponderEliminarPrecioso lo que escucho yo también aquí en tu blog.
Un beso cielo.
Ya lo creo que te conoce recuerda tus caricias y te las agradece
ResponderEliminarUn beso.
Cuantas cosas que nos llegan a través de la plantas... amiga!!
ResponderEliminarEse árbol que significa tanto para ti , supongo que en muchos momentos hasta habrás hablado con él, susurros de tus reflexiones y cuantas cosas más. Un besín desde Canarias
ABEDULES
ResponderEliminarRobert Frost
Cuando veo abedules oscilar a derecha
y a izquierda, ante una hilera de árboles más oscuros,
me complace pensar que un muchacho los mece.
Pero no es un muchacho quien los deja curvados,
sino las tempestades. A menudo hemos visto
los árboles cargados de hielo, en claros días
invernales, después de un aguacero.
Cuando sopla la brisa se les oye crujir,
se vuelven irisados cuando se resquebraja
su esmaltada corteza. Pronto el sol les arranca
sus conchas cristalinas, que mezcla con la nieve...
Esas pilas de conchas esparcidas diríase
que son la rota cúpula interior de los cielos.
Que jamás el destino, comprendiéndome mal,
me otorgue la mitad de lo que anhelo
y me niegue el regreso. Nada hay, para el amor,
como la tierra; ignoro si existe mejor sitio.
Quisiera encaramarme a un abedul, trepar,
por las ramas oscuras del blanquecino tronco
y subir hacia el cielo, hasta que el abedul,
doblándose vencido, me volviese a la tierra.
…………………..
Es un resumen del poema; hace tiempo que lo pusiste en el blog por primera vez.
Seguro que te gustará recordarlo, solo hay que cambiar el nombre de abedul, por otro que es más vuestro: “TRIMBOLERA”
Me ha hecho mucha ilusión, lo había olvidado, gracias Laura. Tú siempre estás en todo y te lo agradezco mucho. Besicos.
EliminarQue lindo Angelines. Muchos besos.
ResponderEliminarEl cariño por los elementos de la naturaleza no tiene explicación (hacia las personas, tampoco).
ResponderEliminarSe establecen extrañas conexiones con plantas, animales. Me gusta mucho cuando eso ocurre.
Disfruta de tu trimbolera con escoliosis, que cuando la tocas seguro te siente.
Besotes.
¿Se rompió su rama guía? ¡Hala, una trimbolera "con cazo"!
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=K0usZT3LGOQ
http://llevatetodo.com/wp-content/uploads/2012/06/Secreto.Boris_.jpg
Aunque se dan las excepciones. Como prueba, aquí un botón de muestra.
Entender a quienes como Lorenzo hacen cosas diferentes suele ser muy difícil para muchos.
EliminarY Boris le cuenta al árbol su secreto…..¡Ha escogido el mejor confidente!
Muy interesantes...para hacernos pensar....
La fuerza de la madre tierra.
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