" NADA HAY MÁS NUEVO QUE EL AMANECER DE CADA DÍA " - EMPIEZO EL BLOG EL 3 DE JUNIO DEL 2.010 - (mi refugio)

15/1/15

Todos

Lanuza, desde las Cotatiechas.
Un buen campo para descansar.
Cuando cogemos un animalito no pensamos en el día que nos deja. Eso está tan lejos ... pero llega. Llega y, sin remedio, se pasa muy mal. Una vez me dijo un amigo "yo no quiero ningún animal porque cuando se muere es un sufrimiento gratuito, es algo por lo que no quiero pasar". En este momento puntual le doy la razón, pero si pienso en los años que nos han acompañado ... ha merecido la pena. Recuerdo cuando subíamos, Marcos y yo, a Lanuza con la pareja de periquitos, que pasaban felizmente el verano cantando en la ventana con los de la calle y además, muchas veces, a Remo, el perro alaska de mi hijo que murió con 15 años. Me pongo muy triste cuando pienso en que todos están en las Cotatiechas. Los sentimientos tienen vida propia, no se pueden dominar. Yo nunca hubiera creído que iba a sentir tanto la muerte de este periquito ... será que se me ha juntado con la de TODOS.

13 comentarios:

  1. Quien cuida de animalistes, de mascotas sufre varias veces, pues su vida se acaba antes que la nuestra. "este es el último perro que entra en casa, no quiero llorar por ningún otro" Varias Veces dijo esa frase mi madre. Un abrazo y cariños

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    1. Se pasa muy mal. Recuerdo cuando hubo que sacrificar a Remo porque ya no se podía levantar ... Javi le dió aquel día los mejores filetes de la nevera y lloraba desesperado repitiendo "te estoy traicionando" y con ese sentimiento de culpa pasó meses ...

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  2. Tengo unos amigos que tuvieron que sacrificar dos perros y les consó mucho hasta que se acostumbraron a estar sin ellos.

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  3. Mi amor por los pájaros viene desde muy chica; un día un amigo de la familia me regaló un mixto que cantaba a pleno pulmón y atrajo a otros, libres, que le hacían coro desde un árbol cercano o desde la pared que dividía la casa vecina. Yo les dejaba alpiste. A uno lo agarré con la mano en un día helado y le hizo compañía al primero.
    Cuando se murió, hice toda una ceremonia y lo enterré en el jardín detrás de la casa. Tendría ocho años y no logré olvidarlo.
    Arriba ese ánimo, Angelines, quizás te llegue un nuevo acompañante
    Quedé fascinada con Lanuza.
    Beso y abrazo.

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  4. Te acompaño en el sentimiento. Es imposible elegir la opción de no compartir la vida con algún animal. Cuando lo hacemos, asumimos ese dolor de la despedida pero está compensado por todo el cariño que nos ha brindado y las satisfacciones y momentos de alegría que nos ha hecho pasar. Y por todo eso, debe ser dolorosa la despedida. Pero ahí está su recuerdo, Ese no se lo lleva nadie. Saludos!

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  5. Sí, es muy triste y más si hay niño por medio que los han cogido un gran cariño. A mi hija no sabía como consolarla cuando encontró muerta a su tortuga.
    Ángelines, eres la única referencia para google para explicar la palabra "Cotatiechas" Una página entera con diferentes entradas a tu blog y con las imágenes que has ido colgando. Me ha resultado curioso.
    Cariñoso abrazo

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  6. En estos momentos me estoy enterando lo de tu periquito Jenaro.Comprendo lo triste que te ha dejado,se les coje mucho cariño y son uno mas de la familia y como dices la compañia que hacen."Las Cotatiechas" es el mejor lugar para descansar.
    Un abrazo Angelines
    Marisol

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  7. Me figuro lo que echarás de menos a tu periquito.Seguro que Bolo tambien se habrá dado cuenta de que no está.
    Un abrazo.MªAngeles.Alicante.

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  9. Son parte de nuestra vida, de nuestra rutina y de nuestro hogar. Es normal sentir una honda pena cuando mueren. Lloramos su ausencia y eso tan especial que nos han dado a lo largo de un periodo de nuestra vida que de alguna manera se va con ellos. Difícil de imaginar si no se ha vivido y difícil de expresar si se ha pasado por ello. Decía Loren Eiseley* que uno no no se conoce a sí mismo hasta que atrapa el reflejo de otros ojos que no sean humanos. No sé si esto así, pero sí sé que, entre otras experiencias capaces de tocarnos en nuestras bases, una vez experimentada de manera familiar el contacto y la mirada de ojos diferentes a los nuestros, se nos abre una nueva perspectiva a la hora de contemplarnos a nosotros mismos. Nosotros que tendemos a humanizar a los animales y desnaturalizarlos, ya no nos vemos igual cuando convivimos en el ámbito de lo familiar y compartimos nuestro día a día con ellos. Ese es un contacto, una mirada que, sin duda, nos enriquece porque, curiosamente, en esa relación se da un proceso en el que nos vamos construyendo y por ello, finalmente, los humanizados resultamos ser nosotros.

    *Antropólogo, escritor científico, ecologista y poeta norteamericano.

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  10. Hola Angelines, es normal que lo sientas tanto ya que llegan a ser uno mas de la familia y se les quiere muchísimo, son muchos años conviviendo con ellos y es normal lo que sientes y hemos sentido los que hemos pasado por eso, hace mas de un año que mi gato se me murió y lo echo mucho mucho de menos, a veces incluso parece que le oigo o siento a mi lado, es mucho el cariño que nos dan, anímate mujer:)

    Besos.

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  11. Me habéis emocionado de verdad.- GRACIAS !!!

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  12. Si que se sientes, todavía recuerdo a mí perra Salma, tuvimos que sacrificarla y cuando pienso en ella ¡ que tristeza y el periquito Tomasin, se nos escapo varias veces y volvía cuando lo llamábamos.¡ Que lindo era. Besos.

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GRACIAS POR TU TIEMPO.