Casa Capira |
Casa Capira sigue resistiendo, ha pasado el duro invierno, el fuerte cierzo, las grandes nevadas y allí está como un monumento otro año más. Recuerdo a la señora Oliva cuando subía a avisarme de que mi madre me llamaba, porque allí estaba el teléfono público. También veo al señor Gerónimo, siempre con una sonrisa, cuando le daba a Javi (tenía dos años) una peseta y como corría hacia él sin tropezar en ninguna de las muchas piedras de la calle. Qué pena !!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU TIEMPO.