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| Hace una noche tranquila, todo está en calma ... |
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| ... el silencio domina los glacis de la Ciudadela ... |
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| ... es el momento en que nada interrumpe el recto camino de los recuerdos ... |
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| ... que salen y entran a su libre albedrío ... |
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| ... e inundan el alma de paz, como la noche ... |
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| ... pero la vida sigue ... mañana será un nuevo día. Dentro del conjuro del tiempo y en el paritorio del infinito está preparándose para nacer ... se llamará Hoy y sus huellas dactilares serán únicas e irrepetibles. |
Siempre tuviste alma de poeta. El colofón ha sido la pequeña Lucia. Que bonito, que refrescante, que ternura siente el corazón compartiendo tu sensibilidad en imágenes y palabras. Me encanta.
ResponderEliminarAnunciaba tormenta y llegó nada más entrar en casa. Gracias Montse. Besicos.
Eliminar¡ Que lindo Angelines ! Un abrazo.
ResponderEliminarBesicos, Teresa
EliminarPrecioso, sin duda, pero, digo yo... a esas horas, ¿no podías reflexionar, como Bolo, bajo las sábanas? ¿Qué hacías despierta?
ResponderEliminarNo eran más de las diez y la noche era "un sebo", como decía yayo Melchor.
EliminarPoesía del alma, es muy bonito lo que has escrito. Buenas noches y dulces sueños.
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