" NADA HAY MÁS NUEVO QUE EL AMANECER DE CADA DÍA " - EMPIEZO EL BLOG EL 3 DE JUNIO DEL 2.010 - (mi refugio)

1/7/15

Calor

     
La luna a las 5´30 de la mañana parecía una bola de fuego
Uno de julio, estamos en medio de la potencia máxima del horno, da igual de día que de noche. En estas circunstancia me da por pensar si prefiero el frío o el calor. Hace unos años me moría cuando el termómetro marcaba más de 25º, pero ahora creo que lo soporto mejor que el frío, será porque no hago ejercicio físico y me quedo en casa? ... será !!
      Recomiendan no hacer esfuerzos en las horas punta porque el calor del cuerpo es consecuencia de la respiración, mientras más corramos, más rápidamente respiramos, más nos acaloramos y más sudamos. El sudor nos refresca y nos permite restablecer el equilibrio térmico interno.
      Antes decían "lo que guarda el frío, guarda la calor" y llevaban pantalones de pana todo el año, lo mismo la boina en la cabeza o el pañuelo, las sayas negras y medias de lana ... Pero es que tenían toda la razón. Los filamentos ondulados de las fibras de lana están formados por escamas imbricadas. La capa de aire acumulada entre la piel y el vestido se calienta en contacto con el cuerpo. las escamas del tejido de lana retienen esa especie de colchón de aire que retarda los intercambios térmicos con el aire exterior . La lana es, pues, un excelente aislante térmico. Ahora el vestido es otra cosa, además vamos a la ducha como quien se echa un trago de agua ... tenemos aire acondicionado ... no llevamos boina ni pañuelo, pero podría volver la costumbre de usar sombrero y sombrillas mucho más cotidianamente.
       Como dice el refrán "en julio beber, sudar y en el balde el frescor buscar, que ya pasará"
      

4 comentarios:

  1. Eso lo pienso muchas veces, lo mismo que lo del sudor, no había desodorantes, y la ducha era semanal, la comida consistía en lo mismo en invierno que en verano, guisos y grasas, había menos gordos que ahora y no estaban enfermos. Pero eso son cosas de otra abuela. un abrazo

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  2. Nos hemos acostumbrado a vivir con tantas comodidades, que el más mínimo contratiempo o incomodidad nos resulta insoportable. Recuerdo de niña en el pueblo, en la época de recoger la cosecha, los hombres se levantaban “con el lucero del alba” para ir a los campos a acarrerear (la palabra acarrear, supongo que será porque iban con un carro y las mulas) las mieses, luego en la era tendían la “parva” y durante todo el día daban vueltas con el trillo sobre ella.
    Supongo que el calor sería como el de ahora, sin embargo para los niños era una diversión cuando los mayores nos dejaban subir al trillo y dar vueltas y vueltas con un sol de justicia.
    A última hora de la tarde, se separaba el trigo de la paja, en un duro proceso de amontonarlo, aventarlo, pasarlo por el porgadero (Criba, cedazo) , hasta que quedaba en condiciones de poderlo recoger al granero.
    Y la recompensa de todo este enorme trabajo era, que tuviésemos el pan necesario durante todo el año y poder vender el trigo sobrante con el que ingresar algún dinero.
    Las que vimos a nuestros mayores pasar por todos estos trabajos y penalidades, sin quejarse, creo que nos hicimos fuertes para “aguantar lo que venga”
    Todos estos recuerdos igual que los tuyos y los de Ester, también son “cosas de abuela”. Un beso

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    1. Esos recuerdos los hemos vivido en algún momento y parece mentira !!!

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