" NADA HAY MÁS NUEVO QUE EL AMANECER DE CADA DÍA " - EMPIEZO EL BLOG EL 3 DE JUNIO DEL 2.010 - (mi refugio)
6/10/15
Entre árboles
Paseo de la Cantera Perder la mirada y alimentar el espíritu olvidando preocupaciones, dándome cuenta de que formo parte del ciclo de la vida es algo que me da mucha paz. Hay un proverbio hindú que dice que, si uno se sienta el tiempo suficiente bajo un árbol, alcanzará la iluminación. En la revista "Cuerpo Mente" leí, hace unos días, un artículo de Ignacio Abella, titulado Baños de bosque. Dice que entre árboles, las células se regeneran y el alma se nutre. La nueva terapia del shinrin-yoku invita a sumergirse en los bosques antiguos por su poder sanador. Cuando tengo un dolor físico se calma con una pastilla, pero el dolor del alma sólo se adormece entre árboles.
________________________________ MÚSICA PARA VOLAR ... contigo
No te fíes mucho de los proverbios hindúes, que ese que mencionas lo dijeron sin darse cuenta que se hacía de noche y las potentes farolas recién puestas, empezaron a iluminar la noche.
Los dolores del alma son difíciles de calmar, a veces con el susurro de los árboles, con el vaivén del mar o con una oración. Se duermen, pero siempre están ahí... Abrazos
Qué gran verdad, Angelines, que los árboles sanan los dolores y las heridas del alma... Ellos --los árboles--, arraigados como están a la madre tierra, nos ofrecen su energía recuperadora y sanadora.
Tenéis el otoño más adelantado, por aquí de momento sólo se ve que las castañas se estan cayendo, ven a verlas y si ahí también, empiza a recogerlas, son la de los armarios ;) Bonita entrada. Un beso
Parecida a Javier Solis con aquello de "(...) que abrazado de un árbol le platico mis penas"...
https://www.youtube.com/watch?v=QwzBKDJqR2c
Creo la sabiduría hindú no está muy desencaminada. Debajo de los árboles puede alcanzarle a una la locura de vivir y amar, y empezar a cantar aquello de Serrat... "prefiero los caminos a las fronteras"...
Wangari y los árboles de la paz. Jeanette Winter La tierra estaba desnuda. Mi misión fue intentar vestirla de verde.
Este libro es un homenaje a Wangari Maathai, una mujer keniata que ante la situación de deforestación de su país comenzó plantando unos árboles en el patio de su casa, iniciando así el “Movimiento del Cinturón Verde”, llegando a ser responsable de la plantación de más de 30 millones de árboles en todo el país. Una historia de superación y lucha por salvar la tierra. A Wangari conocida como la “Mujer árbol” le concedieron el premio Nobel de la Paz en el año 2004 por su contribución a la paz mundial a través del Movimiento del Cinturón Verde. En su discurso dijo: “Debemos ayudar a la Tierra a curarse de sus heridas y, durante el proceso, curar también las nuestras, para recibir con los brazos abiertos toda la creación con toda su diversidad, belleza y maravillas”.
Adoro los bosques y tendría que ir e internarme en alguno, mi cuerpo y mi alma andan necesitados. Los árboles de la ciudad no son lo mismo, también están enfermos de polución. Preciosa música, Angelines. Besos.
Había leído que abrazar un árbol te recarga de energía pero nunca he tenido la oportunidad de hacerlo. Es lo que tiene vivir toda la vida en una ciudad grande, que la naturaleza ni la conocemos.
Es difícil en mi ciudad encontrar árboles a menos que me vaya al Retiro, cosa que me pilla lejos. Además de ser buen músico, André Rieu sabe encontrar también buenos escenarios y tu has encontrado la mejor música. Un besito madrileño
Gracias Mª de los Ángeles. Besicos. (A mi, mis padres, me querían poner tu nombre, en la partida de bautismo lo tengo así, pero en la de nacimiento escribieron Angelines ... y con ese me quedé)
Hola Angelines, cuanta razón tienes en lo que dices, y como me gustaría sentarme en ese banco y mirar al infinito, a ver si así como bien dices las penillas del alma se me van un poquito, debe ser una gozada las vistas desde hay, que descanses:)
No te fíes mucho de los proverbios hindúes, que ese que mencionas lo dijeron sin darse cuenta que se hacía de noche y las potentes farolas recién puestas, empezaron a iluminar la noche.
ResponderEliminarPor eso el hindú alcanzó la iluminación ...
EliminarBonita imagen y vídeo, Que tengas muy buen día.
ResponderEliminarBesicos Angelines.
Gracias Rafa. Besicos.
EliminarLos dolores del alma son difíciles de calmar, a veces con el susurro de los árboles, con el vaivén del mar o con una oración. Se duermen, pero siempre están ahí... Abrazos
ResponderEliminarSi Ligia, allí siguen y el tiempo solo ayuda a que se acomoden en su sitio.
EliminarPues a rodearse de árboles toca. Yo también creo que dan mucha paz, con su ligero susurro y su fresca presencia.
ResponderEliminar¡Animo y besos!
Pasear por un camino lleno de árboles es mi mejor terapaia.
EliminarYo pienso lo mismo, los árboles adormecen y calman las penas. Un abrazo.
ResponderEliminarAdemas se siente su silenciosa compañía. Besicos.
EliminarBonito vídeo y linda foto, a veces añoro no tener tiempo de pasear entre árboles un poco mas a menudo. Un abrazo
ResponderEliminarYo lo echo mucho de menos el día que no puedo ir. Besicos.
Eliminarhttps://www.facebook.com/118240911852632/photos/a.135646456778744.1073741828.118240911852632/164097903933599/?type=3&theater
ResponderEliminarY si además se puede comer ... ya no necesitamos más.
EliminarQué gran verdad, Angelines, que los árboles sanan los dolores y las heridas del alma...
ResponderEliminarEllos --los árboles--, arraigados como están a la madre tierra, nos ofrecen su energía recuperadora y sanadora.
Dicen que cuando tenemos una tristeza lo mejor es abrazar un árbol ... a mi me vale con sentir su presencia, su fuerza y su silencio.
EliminarSin duda, tener el privilegio de estar una hora sentado en ese paisaje, indudablemente sana.
ResponderEliminarYa lo creo que sí, te lo puedo asegurar.
EliminarTenéis el otoño más adelantado, por aquí de momento sólo se ve que las castañas se estan cayendo, ven a verlas y si ahí también, empiza a recogerlas, son la de los armarios ;)
ResponderEliminarBonita entrada.
Un beso
Ya he recogido para los armarios, como tú me ensañaste, mañana las verás. Besicos.
EliminarParecida a Javier Solis con aquello de "(...) que abrazado de un árbol le platico mis penas"...
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=QwzBKDJqR2c
Creo la sabiduría hindú no está muy desencaminada. Debajo de los árboles puede alcanzarle a una la locura de vivir y amar, y empezar a cantar aquello de Serrat... "prefiero los caminos a las fronteras"...
https://www.youtube.com/watch?v=zjZd3yvMo-g
Y como las dos canciones son un buen complemento a la entrada ... allí están. Muchas gracias, Ana.
ResponderEliminarWangari y los árboles de la paz.
ResponderEliminarJeanette Winter
La tierra estaba desnuda. Mi misión fue intentar vestirla de verde.
Este libro es un homenaje a Wangari Maathai, una mujer keniata que ante la situación de deforestación de su país comenzó plantando unos árboles en el patio de su casa, iniciando así el “Movimiento del Cinturón Verde”, llegando a ser responsable de la plantación de más de 30 millones de árboles en todo el país. Una historia de superación y lucha por salvar la tierra.
A Wangari conocida como la “Mujer árbol” le concedieron el premio Nobel de la Paz en el año 2004 por su contribución a la paz mundial a través del Movimiento del Cinturón Verde. En su discurso dijo: “Debemos ayudar a la Tierra a curarse de sus heridas y, durante el proceso, curar también las nuestras, para recibir con los brazos abiertos toda la creación con toda su diversidad, belleza y maravillas”.
Así empiezan las grandes cosas, por uno mismo. Qué gran mujer. Besicos.
EliminarAdoro los bosques y tendría que ir e internarme en alguno, mi cuerpo y mi alma andan necesitados.
ResponderEliminarLos árboles de la ciudad no son lo mismo, también están enfermos de polución.
Preciosa música, Angelines.
Besos.
Mirella, tienes que ir a un bosque aunque sea una vez a la semana, tu alma tan sensible te lo agradecería. Besicos.
EliminarSentir el contacto con la naturaleza y disfrutar de los árboles, te da paz interior.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mucha paz dan, sin darnos cuenta volvemos a casa renovados. Besicos.
EliminarPrecioso pots Angelines, las fotos son preciosas. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias Lola. Besicos.
EliminarSeguro que los árboles nos curan el alma.
ResponderEliminarNo tengo ninguna duda.
Besos.
Menos mal que los encontramos por todas partes, todos podemos sentir su protección silenciosa. Besicos.
EliminarHabía leído que abrazar un árbol te recarga de energía pero nunca he tenido la oportunidad de hacerlo. Es lo que tiene vivir toda la vida en una ciudad grande, que la naturaleza ni la conocemos.
ResponderEliminarNo es lo mismo, no, un parque por hermoso que sea que la naturaleza libre, salvaje. Besicos.
EliminarEs difícil en mi ciudad encontrar árboles a menos que me vaya al Retiro, cosa que me pilla lejos.
ResponderEliminarAdemás de ser buen músico, André Rieu sabe encontrar también buenos escenarios y tu has encontrado la mejor música.
Un besito madrileño
Gracias Mª de los Ángeles. Besicos.
Eliminar(A mi, mis padres, me querían poner tu nombre, en la partida de bautismo lo tengo así, pero en la de nacimiento escribieron Angelines ... y con ese me quedé)
La música para volar y el texto al pie de tan bella imagen transmite una paz que te llega.
ResponderEliminarBesos Angelines
Muchas gracias, Mª Pilar. Besicos.
EliminarHola Angelines, cuanta razón tienes en lo que dices, y como me gustaría sentarme en ese banco y mirar al infinito, a ver si así como bien dices las penillas del alma se me van un poquito, debe ser una gozada las vistas desde hay, que descanses:)
ResponderEliminarBesos.
Con mucha voluntad y en un bosque que te ayuda, las penas se adormecen ... no se van, no. Besicos.
EliminarSentarse bajo los árboles sí que nos da paz y tranquilidad, es una dicha que cada tanto al menos deberíamos darnos todos, besote
ResponderEliminarEs una necesidad para mi. Besicos.
EliminarEstoy por creer que es verdad, que los árboles nos t rasmiten energía y vitalidad.
ResponderEliminarmanolo
.
Qué sí Manolo, los bosques son como grandes catedrales. Besicos.
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