Bolo |
Parece ser que Bolo está muy interesado en la leña, interpretando olores extraños. Mi traducción al verla es de confort, de calorcito bueno y agradable, de fuego reanimador, de compañía cálida, de recuerdos intensos, de soledades y vacíos, de noches plenas y recogidas, de días blancos y negros, de lecturas compartidas, conversaciones largas y cómplices silencios, de ausencias y presencias ... La leña es un diccionario de la vida.
Me encantan las chimeneas y la leña encendida.
ResponderEliminarbesos
El diccionario de Bolo, difiere del tuyo, el busca ratoncillos, pajarillos o algo similar ya que con los quebrantahuesos no se atreve.
ResponderEliminarY que lo digas. Bolo, sin duda, sabe leerlo de la A a la Z.
ResponderEliminarQue buenos recuerdos te evoca la leña.
ResponderEliminarBesos abrigados.
Hola Angelines!!!
ResponderEliminarLo es la leña y todo el cúmulo de sensaciones sumamente agradables que nos trae su calidez, y es que este tiempo que ya se nota frío invita a esas tardes de sofá, mantita y fuego a tierra cerca.
Besos
A mí me pasa como a ti, que buenos recuerdos me trae la leña. Muchos besos.
ResponderEliminarConseguir la leña ya me resultaría problemático, y mas almacenarla. Tengo el proyecto e ponerme un fuego falso que solo ilumine y dé confort.
ResponderEliminarEl fuego de la chimenea, como le mar, es fuente de pensamientos y concentración interior.
ResponderEliminarLA ESTUFA "SE LA REGALÉ" A MARCOS HACE UNOS AÑOS APROVECHANDO QUE HAY CHIMENEA, AUNQUE HAY CALEFACCIÓN, CUANDO SUBÍA DEL CASINO SE SENTABA EN EL SOFÁ Y ERA EL HOMBRE MÁS FELIZ ATIZANDO EL FUEGO.
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