" NADA HAY MÁS NUEVO QUE EL AMANECER DE CADA DÍA " - EMPIEZO EL BLOG EL 3 DE JUNIO DEL 2.010 - (mi refugio)
30/5/16
La marcha atrás.
Cuando estoy en la calle, Bolo se anima y se fía mucho, eso me enternece porque comprendo que se siente protegido y seguro con mi presencia, entonces soy yo la que coge el relevo de mirar las esquinas por si aparece algún perro ...
Ha ido todo contento a beber agua a la fuente y bien que le ha gustado ...
... pero ... ay sorpresa ... no sabía volver y se ha visto perdido. Poco a poco y con algún maullido ha ido retrocediendo. No se le daba bien la marcha atrás !!
Ir cara atrás con un bación de agua justo en las patas no le ha gustado, no creo que vuelva. Podía haber ido hacia delante pero tampoco se quería mojar con el chorro ... qué risa !!
Es que de entrada ven lo que quieren pero una vez conseguido es cuando son conscientes de donde se han metido y entonces no ven claro como retroceder, o como bajar según sea. Besos
Parece que a los gatos no les gusta mucho el agua, asi tendría miedo de caerse y darse un baño no deseado. Asi que esta vez habeis dado una vuelta rapidita, bueno...pronto llegará el verano y la estancia en Lanuza será más larga.
Yo apuesto a que la marcha atrás de Bolete pasa la ITV sin dificultad . Estoy con Marcos: el problema, es la falta de retrovisores, especialmente teniendo en cuenta el riesgo de chapuzón ;-)
El gato es un excelente trepador porque, en la ascensión, sus garras enfocadas hacia adelante y curvadas hacia abajo son "los crampones" con los que todo alpinista soñaría. Sin embargo, en la bajada, el truquillo para que estas sean eficaces es precisamente... ¡la marcha atrás!
Uy, el pobre Fermín sería incapaz de tal hazaña... Desde que lo adopté cuando tenía tan solo dos meses, se ha acostumbrado a la vida de interior, en casa, y no sale fuera. Por eso mismo a veces pienso que fui enormemente egoista al adoptarlo, porque en realidad yo no podía ofrecerle una vida con espacios abiertos y al aire libre, que es lo que —intuyo— él y cualquier gato desearía... y siento que he limitado su vida al interior de una casa... y cuántas veces le he pedido perdón por ello... Besos.
No pienses eso. Yo también tenía esa sensación pero cada vez me doy más cuenta que Bolo me elige a mi antes que a la libertad, lo veo en Lanuza. Fermín es muy feliz contigo y es libre en su espacio. Besetes.
Lindas imagens e belas expressões
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarHabrá que reclamar al sindicato y talleres asociados de gatos que a partir de ahora les pongan marcha atrás a lo gatos como a los coches.
ResponderEliminarIr cara atrás con un bación de agua justo en las patas no le ha gustado, no creo que vuelva. Podía haber ido hacia delante pero tampoco se quería mojar con el chorro ... qué risa !!
EliminarBueno, ya aprenderá, es cuestión de práctica.
ResponderEliminarBesos.
No le va a dar tiempo. Nos vamos ...
EliminarBesetes.
Es que le faltan los retrovisores. Menos mal que te tiene a tí.
ResponderEliminarMucha práctica le falta, es lo que me da miedo de su semilibertad.
EliminarEs que de entrada ven lo que quieren pero una vez conseguido es cuando son conscientes de donde se han metido y entonces no ven claro como retroceder, o como bajar según sea.
ResponderEliminarBesos
Si, si, también para bajar de los árboles lo tienen regular, con lo deprisa que suben !!
EliminarParece que a los gatos no les gusta mucho el agua, asi tendría miedo de caerse y darse un baño no deseado.
ResponderEliminarAsi que esta vez habeis dado una vuelta rapidita, bueno...pronto llegará el verano y la estancia en Lanuza será más larga.
Este año lo tengo más complicado, igual tengo que esperar a agosto, pero es igual, estaré en donde haga falta ... bien lo sabes tú.
EliminarMe lo estoy imaginando, ja,ja.
ResponderEliminarBesos
Yo si que me lo pasé bien !!
EliminarYo apuesto a que la marcha atrás de Bolete pasa la ITV sin dificultad . Estoy con Marcos: el problema, es la falta de retrovisores, especialmente teniendo en cuenta el riesgo de chapuzón ;-)
ResponderEliminarEl gato es un excelente trepador porque, en la ascensión, sus garras enfocadas hacia adelante y curvadas hacia abajo son "los crampones" con los que todo alpinista soñaría. Sin embargo, en la bajada, el truquillo para que estas sean eficaces es precisamente... ¡la marcha atrás!
https://www.youtube.com/watch?v=RkJEwYfz68o
Mamá lo sabe bien y lo enseña como nadie.
Por cierto, ¿había observado lo siguiente?:
http://www.mimiga.es/2013/11/27/movimientos-del-gato/
Eso me dijo la veterinaria, que cuando son tan chiquitines les ha faltado la madre para aprender, pobrines. GRACIAS.
Eliminar¡ Que gracioso este Bolo ! Besitos.
ResponderEliminarNo tenía más remedio que retroceder. Besetes.
Eliminar¡Qué salado! besos
ResponderEliminarQué gracioso!! Se ve envuelto en el lío sin pensar en los consecuencias... pero el agua se la bebió seguro. Abrazos
ResponderEliminarUy, el pobre Fermín sería incapaz de tal hazaña... Desde que lo adopté cuando tenía tan solo dos meses, se ha acostumbrado a la vida de interior, en casa, y no sale fuera. Por eso mismo a veces pienso que fui enormemente egoista al adoptarlo, porque en realidad yo no podía ofrecerle una vida con espacios abiertos y al aire libre, que es lo que —intuyo— él y cualquier gato desearía... y siento que he limitado su vida al interior de una casa... y cuántas veces le he pedido perdón por ello...
ResponderEliminarBesos.
No pienses eso. Yo también tenía esa sensación pero cada vez me doy más cuenta que Bolo me elige a mi antes que a la libertad, lo veo en Lanuza. Fermín es muy feliz contigo y es libre en su espacio. Besetes.
EliminarNadie nace aprendido, jejje,. Y mira luego: "la experiencia, madre de la ciencia"!!!
ResponderEliminarBesos