Las tres hermanas (sorores), las hemos podido ver desde el Hospital de Barbastro vestidas de novias. Blancas, blancas del todo, resplandecientes bajo el cielo totalmente azul y en el macizo de Monte Perdido. Cuenta la leyenda, resumida, que en el poblado se estaba celebrando la boda de tres hermanas con sus tres prometidos cuando fueron atacados por una horda de visígodos, sembraron la muerte y a ellas las raptaron. Con engaños lograron casarse con las tres hermanas. Años mas tarde sus prometidos y su padre les atacaron, al verlas casadas las repudiaron pero fueron hechos prisioneros y ahorcados por los visígodos, ellas huyeron a las montañas y se transformaron en tres hermosos macizos.
Se conoce como Tres Sorores a tres de las más bellas montañas del Sobrarbe , todas ellas en la parte más alta del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido . Estas montañas son el propio Monte Perdido (3.355 mts.) , el Cilindro de Marboré (3.328 mts.) y (el Pico Añisclo,), yo siempre lo he llamado Soum de Ramond, (3.263).
ResponderEliminarSeguramente heredé de mi padre su gran amor por la Naturaleza, de pequeña el me enseñó los nombres de las montañas que veíamos por alrededor, recorrí muchas en su compañía. (Las que estaban más cerca, o eran más asequibles) pero luego seguí conociendo muchas más. El parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Cañón de Añisclo, El Santuario de San Urbez, donde está el “increíble” puente que según la leyenda hizo el Santo , tirando su cayado al Precipicio para poder cruzarlo…..en fín, soy una enamorada de esas montañas y si no las conocéis os recomiendo que vayáis ¡¡No os defraudarán!!
Yo no podría vivir sin montañas, imagino que le pasará lo mismo a quien haya nacido junto al mar, que lo añorará si no lo tiene. Los montañeses somos gente que llevamos en nuestros genes la lucha por la supervivencia y sentimos la fuerte atracción que la montaña ejerce sobre nosotros, como si nos protegiera e intentáramos abrazarla. No es nada extraño la magia ancestral que siempre la rodea, mitos y leyendas, religiones y dioses mitológicos. La montaña es libre y poderosa, queremos conquistarla... pero no se deja del todo.
ResponderEliminarLa mar y la montaña nos dan todo lo que tenemos, nos hacen dependientes, nos cuidan y los amamos. Pero a menudo, y sin saber por qué, se comportan de forma caprichosa, cruel y su enfado es breve, pero devastador. A pesar de esos momentos malos, seguimos y añorándolas cuando nos alejamos. Es una mezcla de temor y fascinación, en realidad es una relación amorosa pasional en la que los hombres llevamos la peor parte, desde el punto de vista sentimental. Si es cierto que en una pareja siempre hay uno que quiere y otro que se deja querer, nosotros somos los primeros.
ResponderEliminarEs verdad todo lo que dices, en segundos ocurren los desastres y ante eso nos quedamos impotentes, como mínimo, y esa mezcla de temor y fascinación es lo que hace surgir las leyendas, los dioses, la magia... como única explicación, por eso ocurre lo que tu dices, que se deja querer de una manera altiva.
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