Ahora si que estamos dentro de la espiral. Pasa como cuando vas a entrar en un río, te da miedo el agua fría, el peso de la mochila, la corriente, el fondo que no lo ves. Al fin pones un pie, luego el otro... cuando te das cuenta el agua ya te llega a la cintura...¡Que buena está! Hasta te animas a nadar y te das cuenta de que la mochila de tus recuerdos, flota, no se suelta de tu espalda, pero flota, no pesa nada y nadas...nadas...nadas dejándote llevar por la corriente de un agua cálida, limpia, viva...¡Que más da a donde nos lleve el río!¡Seguro que nos dejará en la orilla!
¡¡¡Yo este año voy a poner el Tronco de Navidad y lo voy a bautizar con ponche en la Noche Buena, que no se apague, que las brasas sean el recuerdo vivo de los que se han ido pero siguen en nuestro corazón!!!
¡¡¡Yo este año voy a poner el Tronco de Navidad y lo voy a bautizar con ponche en la Noche Buena, que no se apague, que las brasas sean el recuerdo vivo de los que se han ido pero siguen en nuestro corazón!!!
Ahora no te queda más remedio que contarme qué es el Tronco de Navidad, qué le vamos a hacer, eso no lo encuentro en google.
ResponderEliminarEs lo que suena, un tronco de leña gordo que se echa en el fuego y que ha de durar la Noche Buena y Navidad sin interrupción.
ResponderEliminarLa tradición del tronco de Navidad, es muy antigua y según en que partes, se celebra de distintas maneras.
ResponderEliminarEn mi infancia era esta: ZOCA de Navidad en Aragón.
Además de bendecirla se aprovecha algún hueco o agujero del tronco elegido y se rellenaba con dulces, higos, galletas, nueces, piñones, mandarinas, peladillas, pasas,…esto lo hacían nuestros padres antes de la cena,(por supuesto sin que los viésemos nosotros). Luego cantábamos algún villancico, nos vendaban los ojos y los niños de la casa dábamos golpes al tronco, con un palo, para que soltara sus dulces.
Recuerdo la ilusión que sentíamos cuando nos destapaban los ojos y veíamos todos aquellos manjares alrededor de la “zoca”.
Estas tradiciones desgraciadamente se van perdiendo poco a poco con el paso de los años, no obstante, todavía hay gente en nuestros pueblos que hablan de ellas, e incluso hay partes en Aragón en que intentan recuperarlas.
Laura, pues yo no sabía todo lo que cuentas tú de esconder los dulces, que majo! La de cosas que vamos a aprender. A Paz le hará ilusión leerlo.
ResponderEliminarPues sí que me ha hecho, sí, y añado un dato, en Cataluña tienen lo que llaman "cagatío", un tronco hueco al que ponen cuatro patitas, una cara y una barretina, lo rellenan con dulces y le dan con un palo mientras le cantan una canción. ¿Te suena Laura?. Cuando he leído tu explicación lo recordé enseguida, es casi idéntico a tu ZOCA y, desde luego, en Cataluña se sigue haciendo. En cuanto al tronco ¿se enciende en la cena y sigue ardiendo el día de Navidad entero? porque en mi chimenea no creo que quepa semejante tronco... Este año no estoy aquí, a ver si consigo hacerlo el próximo, me parece muy bonito.
ResponderEliminarHe mirado, a posteriori, en la wikipedia, y habla de la versión catalana, claro, pero también de la zoca occitana, aquí os lo dejo por si queréis echarle un vistazo. Habla de sus orígenes, paganos y asociados a un tronco que con su luz y calor traía todo lo bueno a la casa. Me da la impresión que el tronco de Navidad de Angelines y la zoca de Laura están ligadas, que empezó siendo lo primero hasta convertirse en lo segundo, pero es conclusión propia.
ResponderEliminarhttp://es.wikipedia.org/wiki/Tió_de_Nadal