"Parece que fue ayer", decimos, cuando pasamos aquella noche larga... larga, pegados a la televisión y la radio. El 23-F fue el subidón de la fiebre de la Democracia y mató todos los virus que tenía, le pasó como a los niños cuando están enfermos, que creció. Lo que más recuerdo yo, como un repicar de martillo, es aquella expresión de "ruido de sables" ... Realmente fueron días muy difíciles porque, además, ETA mataba, asesinaba, un día sí y otro también, sobretodo militares y guardias civiles. Aquello fue muy serio y muy trágico. "Parece que fue ayer"
La foto es de hoy, La Peña Oroel se suelta la melena al viento.
Fué una noche que a nadie se le olvidará, sobre todo en Valencia. Aquí vivimos una incertidumbre difícil de olvidar. El ruido de los tanques, si lo pienso, aun oigo, el ruido sordo,"uuuuuuh", y verlos pasar, por la calle que cruza la nuestra, con los soldados a pie, metralleta en mano, andando por debajo de los balcones, no os figurais la de cosas que se nos pasaban por la cabeza. Pintaba muy fea la situación, pero por fortuna para todos, quedó en pesadilla.
ResponderEliminar¡¡ Me acordé de ti mucho aquella noche !!
ResponderEliminarAllí lo vivisteis con todo el realismo y la incertidumbre que se siente en esos momentos en que lo que se vé es lo que hay, no se podía saber en que acabaría, lo que sí estaba claro es que en Valencia había empezado algo gordo.
Vinieron a casa a buscar a mi marido. Tuvo que subir a Candanchú. No se sabía que podía pasar. Yo me fuí a dormir a la cama de mi hijo, que tenia poco más de 5 añitos. Me puse la radio. En el momento que escuché hablar a D. Juan Carlos, me quedé tranquila. Recuerdo que le dije a mi hijo "papá vendrá pronto, cariño" Y nos dormimos.
ResponderEliminarLas gemelas no se enteraron de nada en sus camitas.
¡¡ Y YA TENEIS CINCO NIETOS !!
ResponderEliminarPues yo pertenezco al grupo para el que el 23-F representó estar despierta hasta las tantas viendo la tele, algo inimaginable en aquella época. Mi padre tenía turno de 22 a 6 y mi madre estuvo muy preocupada. Recuerdo que teníamos una vecina madrileña a la que llamó su familia, que vivía cerca del Congreso, para decirle que la ETA había ocupado el hemiciclo, al principio todo era muy confuso, pero yo no me enteré de nada, es ahora cuando se me ponen los pelos de punta al pensar lo que pudo haber pasado y qué diferente serían nuestras vidas.
ResponderEliminarYo me enteré por la calle, iba a recoger a mis hijos al colegio y escuché la conversación de un grupo de personas ... menos mal que no les salió el plan !!
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