Hoy se conmemora el día más bonito de todos. Los abuelos, que fueron primero hijos y luego padres, acumulan experiencia y paciencia para entender y compartir toda clase de vivencias con los nietos. Los niños aprenden a convivir y tienen unos incondicionales aliados con sus abuelos que también hacen de segundos padres, porque los primeros tienen toda la responsabilidad, así que los yayos disfrutan y educan a sus nietos sin el peso de "la última palabra" que libera bastante a la hora de tomar una decisión, a veces no deseada por sus hijos. Los abuelos son el refugio natural del niño, unos y otros se complementan, se ayudan y se quieren; comparten juegos, secretos, risas ... Ya no digo nada de la ayuda infinita que proporcionan desintaresadamente porque eso es la joya más brillante de su gran tesoro.
Mi abuela materna murió cuando yo tenía dos años, así que no tengo recurdos suyos, pero mi abuela paterna vivió hasta los 96. Además de lo bien que cocinaba (como todas las abuelas) fue la que me enseñó a jugar a las cartas (la brisca, la escoba, el tute...) y demás juegos de azar. ¡Menudo ejemplo!. Y también era pequeña cuando murió mi abuelo paterno, pero no tanto y de él tengo, sobre todo, este recuerdo. Estaba muy gordo y le encantaba tomar una copita de Sansón de postre, pero mi abuela se lo escondía, así que él me mandaba a mí a espiar (pequeña y silenciosa era un agente secreto perfecto) y, si daba con el escondite, me dejaba mojar una galleta en su vaso de Sansón. Mi abuelo materno era el ABUELO PERFECTO, con mayúscula, y gracias a él y a sus infinitos cuentos mi prima y somos como somos. Los echo de menos siempre por ellos y porque representan mi infancia, la mejor parte de la vida.
ResponderEliminarCuando recuerdo a los abuelos es como si de pronto me crecieran las trenzas y llevara calcetines ... Son tan entrañables los recuerdos !! Lo mismo que te pasa a ti, todo se ve cercano, como si no hubiera pasado tanto tiempo.
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