Pescar truchas en el embalse era una de sus aficiones. Cuando picaba alguna me llamaba por teléfono: "Prepara la sartén" , me decía; otras veces: "Habemos trucha" ... pero siempre me llamaba al móvil. También me sacó a mi la licencia de pesca y el primer día cogí una de medio kg, pero me daban mucha pena y no bajé más. Ahora, cada vez que veo la cesta y la caña quietas en donde él las dejó, me parece escuchar su alegre voz y se me escapa un ... "pobrón !!!!!"
¡Hermosa trucha!
ResponderEliminar¿Pueden vivir con tan poco agua en el pantano? A Marcos no le apetecería ir a pescar viéndolo tan vacío.
A ver si llueve pronto. El agua nos está haciendo falta en todas partes. Besicos
Pues mira por donde, no sería mala idea volver a pescar.
ResponderEliminarDecia el doctor Marañón que el matrimonio era como una loteria que solo les tocaba a unos pocos.Yo creo que tú fuistes una de esas afortunadas,querida Trimbolera.MªAngeles.Alicante.
ResponderEliminarLaura, con tan poca agua y encima sucia de barro no bajaba a pescar. Desde luego no sabemos que tal lo estarán pasando las pobres truchas !!
ResponderEliminarLuis, no sería mala idea ... si picaran !!
ResponderEliminarMªAngeles, estoy totalmente de acuerdo contigo, es una lotería y muchas veces lo habíamos comentado con Marcos, es un número de la suerte.
ResponderEliminarSi picaran sería el sumun
ResponderEliminarA mí me pasó con los caracoles como a ti con las truchas. Tengo una vecina que ya es mayor y le encantan los caracoles, siempre anda por ahí cogiéndolos, así que una tarde el peque y yo nos pusimos a llenar una bolsa de los muchos que tenemos por el jardín para llevárselos. Cuando ya casi habíamos terminado coge uno pequeñíto y me dice "Toma mamá, este caracol bebé que no esté solito, ponlo con su familia". El pobre no sabía que iban a ir directos a la cocina, pensaba que se iban de viaje o algo así. Me sentí tan mal, una asesina y una traidora que engañaba a mi hijo de la manera más rastrera. Él tan contento, tan inocente, sin saber que su trabajo era una condena a muerte para esos caracoles. Juré que nunca más, el que quiera caracoles que los busque por sí mismo o los coma en el bar, yo no puedo con los remordimientos.
ResponderEliminarPaz,a mí me pasa lo mismo. Pobrecicos... Hace muchos años que no como caracoles, me dan pena porque son chiquitines... Mis nietas también llaman a todos los animalicos pequeños "bebé" y el tren que pasa por encima del camino, paralelo a mi huerta, también es el "tren bebé" porque es pequeño... ¡Qué inocencia más hermosa!
ResponderEliminarDan pena los pobretes caracoles que salen tan confiados, tranquilos y pacíficos !!
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