Mientras por arriba la luna pasa silenciosa, igual que una barca sin velas, con sus puntas bien marcadas ... por abajo, como ayer, circulan los muchos coches de los que bajan de esquiar, formando atascos durante unas dos o tres horas. Esta tarde no miro ni hacia arriba ni hacia abajo, admiro el horizonte que deja el sol al esconderse como si una capa de seda roja se le hubiera caído antes de desaparecer.
Esto se anima, ¿no podrías poner la foto mas grande?, luciría más
ResponderEliminarAngelines, ya lo sabes mañana la foto mas grande jajaja.
ResponderEliminarHORIZONTE
ResponderEliminarEn una tarde clara y amplia como el hastío,
cuando su lanza blande el tórrido verano,
copiaban el fantasma de un grave sueño mío
mil sombras en teoría, enhiestas sobre el llano.
La gloria del ocaso era un purpúreo espejo,
era un cristal de llamas, que al infinito viejo
iba arrojando el grave soñar en la llanura...
Y yo sentí la espuela sonora de mi paso
repercutir lejana en el sangriento ocaso,
y más allá, la alegre canción de un alba pura.
Antonio Machado
Como ves amiga, a mi me ha entrado hoy la vena poética.
Ya está Luis, más grande. La he hecho desde la ventana que se ven unas puestas de sol preciosas, también las tormentas cuando llegan esos nubarrones y relámpagos dan miedo de verlos.
ResponderEliminarLaura, los consejos de Luis son órdenes.
ResponderEliminarLaura tu tienes hoy la vena poética y yo torcida, así que mejor me voy a dormir y mañana será otro día. Besos y gracias por la hermosa poesía de Machado.
ResponderEliminar