El huerto está en pleno rendimiento, tanto tomates como judías, lechugas, pimientos, calabazas, pepinos, cebollas ... están exquisitos. A yayo le gustaría verlo. |
El melocotonero se conformó con hacer flores preciosas, pero melocotones ... no se ven. Nuestros paseos van siempre por delante del huerto y nos alegra verlo tan limpio y arreglado. |
Hermoso huerto, seguro que todo estará muy rico.
ResponderEliminarBesos
Todo Verónica, hay una gran diferencia con lo que compramos.
EliminarEsplendido huerto, es como un bello jardín...pero con frutos..
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Hay de todo, frutos y flores, Sneyder.
EliminarMe estoy planteando cambiar el césped de Broto por un huerto... aunque seguramente no sería buena idea, creo que lo mejor sería poner césped artificial y me evitaba todo tipo de problemas.
ResponderEliminarMi padre cuando yo era un crio, alquiló en Zaragoza un cachico de terreno para hacer un huerto, allí teníamos de todo e incluso me permitieron tener una navajilla pequeña para poner cortar y comer directamente los tomates y algún pimiento rojo, me encantaba cogerlos de la mata.
Un abrazo
La idea es muy buena pero mejor si estuvieras fijo en Broto. Tu padre disfrutaría mucho, como el abuelo, que lo tenía precioso pero no salía de allí. Después, Marcos y yo, seguimos unos cuantos años. Coger los tomates de la mata es un lujo.
EliminarHola Angelines, se ve precioso el huerto con esos colores tan verdes, los frutos me imagino que estarán de muerte de lo buenos que serán con esa tierra tan rica:), que descanses.
ResponderEliminarBesos.
Ahora es cuando, en esta tierra, los huertos están en su máximo rendimiento y las verdulerías en el mínimo porque el que tiene hortalizas da al vecino, al amigo, al pariente ...
EliminarEste huerto si que es verde eh?
ResponderEliminarYa se va terminando el verano, hoy es el último día de Fiesta Mayor, todo va retomando su normalidad.
Nos leemos
Besicos
Es verdad Valentina, todo vuelve a su rutina.- Besicos.
EliminarLa huerta _aquí la llamamos en femenino_ forma parte de mi imaginario desde mi más tierna infancia. Siendo yo muy pequeña me encantaba visitarla y, ya quería imitar a mis mayores, por lo que me daban la azadica de las patatas para tenerme contenta. Ni te cuento la ilusión que me hizo el día en que el abuelo, a pesar de las reprimendas de mi padre, arregló con un apaño socorrido una azada mayor para mí y nos fuimos a hacer nuestros desaguisados en el terreno. Los mayores de nuestra familia, ya no caminaban en el monte ni visitaban los campos. Quizás por eso llegaban a la huerta y se les iluminaba el rostro con sólo estar ahí.
ResponderEliminarA parte de ese encanto indiscutible que muestran las fotos, me imagino que al Huerto del yayo Melchor no le falta ese tipo de magia.
En cuanto nos sacaron de Lanuza, yayo Melchor se compró el huerto y allí se pasó la vida. Llamaba la atención de lo bonito que lo tenía.
EliminarPero ¿no tienes la pierna mala? ¿como trabajas el huerto?
ResponderEliminarNo Luis, yo no lo trabajo ya, hay una chica muy trabajadora y muy ilusionada con el huerto.
EliminarEsta muy lindo Angelines. Besos.
ResponderEliminarPero creo que no se harán melocotones, Teresa.
EliminarEstá precioso. Otra vez te da la lata la pierna?? Para un poco
ResponderEliminarAhora estamos recogiendo este año los tomates...ya era hora.
Un beso.
Que hermosura de huerto y que alegría ver como crecen todas esas hortalizas tan ricas.
ResponderEliminarMªAngeles.Alicante.