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La máquina de coser fue, como casi todos los inventos, labor de muchos que poco a poco la fueron perfeccionando; la primera la presentó Elias Howe en septiembre de 1846, pero fue el modelo Singer el que se extendió y vendió con éxito al tener un pedal ya que anteriormente se usaba la manivela.
Aprender a coser a máquina era la aspiración más común entre las mujeres de hace unos años. Modistas y bordadoras dejaban los ojos enganchados en aquella aguja saltarina con su caractristico triqui-traca-triqui-traca. La abuela Orosia, madre de Marcos, fue a Zaragoza para aprender a bordar, tenía una Singer grande y pesada, pero muy bonita, negra con dibujos dorados, con ella se hizo la pliega o ajuar: sábanas, camisas, calzones, toallas...y están sin estrenar, tan sólo le arreglé a mi hija una camisa de su abuela para el traje de jotera. Al marchar de Lanuza le regaló la máquina, tal como le había prometido, a una amiga que le había ayudado en muchos momentos.
Mi experiencia con la máquina de coser es escasa pero surgen en mi memoria las telas, el metro, el jaboncillo, los alfileres, los hilvanes, los hilos agarrados a la falda de la modista Rosa de Yosa, en Broto, y sobre todo el olor del vapor de la plancha chafando costuras.
Creo recordar que formaba parte, en la educación de las señoritas, de aquello que se llamaba cultura general.
ResponderEliminarClaro que sí, así era.
EliminarCuantos recuerdos has despertado en mi, con esta entrada y la Singer.
ResponderEliminarEn mi pueblo “una cuarta” también era una medida para la tela, la cinta de goma etc.
Un abrazo.
Además era un oficio muy bien considerado, tanto modistas como bordadoras tenían mucho trabajo. Ahora lo compramos todo hecho y los bordados no los quieren.
EliminarSiempre me ha gustado y me sigue gustando coser.
ResponderEliminarPor eso hace 4 o 5 años, me compré una máquina moderna y ligera e hice un cursillo para aprender todas las cosas que podía hacer con ella, ojales, sobrehilar, poner cremalleras....
Tenía una Alfa bastante antigua, que llevé a Jaca y que dentro de sus limitaciones, sigue funcionando bien. Esta Semana Santa la he usado para coser los bajos de un pantalón.
Por cierto, mi madre que cosía y bordaba a máquina muy bien, también tenía un Singer.
En mi casa había una, y los viernes venía una costurera a mi casa y cosían toda la tarde haciendo nuestros vestidos o bordando sabanas. Recuerdos que afloran
ResponderEliminarBuenos días. Me gusta coser a máquina.Tengo una más antigua que esa de adorno.
ResponderEliminarUn beso.
Espero que ya terminaras toda tu tarea!!
EliminarUn beso
Me encanta la costura y ahora después de jubilada me he enganchado más todavía y le dedico bastante tiempo. Sólo me falta saber bordar a máquina y hoy precisamente he ido a preguntar a la Singer a ver si daban algún cursillo. Nunca es tarde... Abrazos
ResponderEliminarYo bordé bastante a mano, con la máquina no aprendí.
EliminarMuchas gracias Angelines por esra entrada ... esto si que es ....tus deseos son ordenes ..je je !! A mi la maquina de coser como casi todas las cosas antiguas me han gustado desde muy pequeño ... pero sobretodo las maquinas de coser son una debilidad ... recuerdo desde bien pequeño darle al pedal ...y como no ..volver loca a la maquina de coser hasta enredarla ...
ResponderEliminarY anda que no se enredaban bien pronto. Yo cosí dobles de sábanas, eso que era recto.
EliminarCuántos sentimientos e ilusiones bordadas con esas lejanas máquinas. Aún las recuerdo. Besos cariñosos amiga.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu receta de cocina publicada en el Alto Aragón de hoy. Tiene una pinta ... !!
EliminarHola Angelines, muchos recuerdos nos traes con tu entrada, mi madre también tenia una pero era de la competencia "Alfa", ahora la tiene una hermana mía, yo si use las Singer ya que durante mucho tiempo borde a maquina y donde iba las tenían, me encantaba bordar a maquina, que recuerdos mas bonitos:)
ResponderEliminarBesos.
Mi madre sí que cosía, ella hacía muchas cosas pero yo la usé poco, me gustaba más bordar a mano y más aún hacer cruceta.
EliminarMe crié en el taller de costura de la sastrería de mi tío. Entrañable esta entrada que me recuerda esa máquina de coser antigua, tal cual como la que muestras y que agradable ese traqueteo, música para mis oídos que ahora mismo resuena en mi memoría.
ResponderEliminarBesos Calados.