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| Esquirigüelo o ardilla |
Inofensivas y escurridizas pero a la vez sociables a su manera, las ardillas nos acompañan en nuestros pequeños paseos e incluso en el huerto. Aquí hay una agarrada al tronco y que rápidamente sube por las ramas para volver a bajar y perderse entre los árboles.
Hay unas doscientas especies en todo el mundo, menos en Australia, de todos los tamaños, desde la "pigmea africana" que mide unos trece centímetros, hasta la "gigante hindú" de casi un metro.
Hace pocos días estábamos en el huerto y ocurrió algo que me hubiera costado creer si no lo hubiera presenciado. Un perro pequeño mató una ardilla. Apenas nos dimos cuenta, tan solo gruñó un momento y el resultado fue inesperado y sorprendente ... qué pena !!
Hola Angelines, nunca he visto una digamos que en vivo y es una suerte la vuestra tenerlas así tan a mano conviviendo entre vosotros, siempre me han gustado estos animalillos, los veo como muy juguetones y traviesos:), una pena lo que hizo el perro pero bueno son accidentes que pasan día a día, espero sigas muy bien con tu recuperación, cuidate:)
ResponderEliminarBesos.
Son tan ágiles como desgraciadas, los coches también suelen atropellarlas. Sigo la recuperación bien. Besicos.
ResponderEliminarHace tiempo en Broto al llegar al pueblo desde la urbanización en una curva antes de llegar a una casa que tu conoces perfectamente, vi una ardilla bastante grande en la cuneta, alguien la había atropellado y la había sacado allí, le hice un par de fotos, pero no me pareció adecuado publicarlas.
ResponderEliminarCon las luces de los faros de los coches no saben que hacer y se quedan quietas en la carretera.
Pobrina. En Lanuza también hay y les encantan las nueces. Son muy graciosas, la verdad.
Eliminar¡Que bonita fotografía! Yo tampoco he visto nunca una ardilla. Que suerte tienen los que pueden frecuentar los bosques.
ResponderEliminarMªAngeles. Alicante.
Son difíciles de fotografiar porque corren con mucha rapidez.
EliminarLa lucha por la vida.
ResponderEliminarLa ley del más fuerte.
EliminarRecién vi ardillas durante un viaje, son bonitas y simpáticas, siempre en movimiento.
ResponderEliminarMe alegra saber que te estás recuperando bien.
Un besote.
Gracias Mirella, el viernes me dirán si todo va bien como creo. Besicos.
EliminarSi los coches las atropellan y algún perro las atrapa, han de ser abundantes en la la zona y, ésta, un buen hábitat para ellas.
ResponderEliminarCuriosidades: En otoño los ejemplares adultos mudan el pelo para hacer frente al invierno. Aumentan el consumo de alimento y, después, reducen a mínimos básicos el gasto energético, evitando bajar al suelo en invierno, quedándose en el refugio, para acumular grasa, ya que no hibernan. Hacen un nido en un hueco empleando ramas, hojas, plumas, material, en general, mullido y cómodo. Suelen tener más de uno. Sólo llegan abandonar uno si éste se infesta de pulgas u otros parásitos. Su larga cola, esa por la que los antiguos griegos decidieron llamarles Skiouros (algo así como cola con maleza, cola de sombra) es una gran herramienta multiusos: timón de maniobras, "paracaídas" cuando no se da excesiva altura, artilugio para comunicar señales a los de su especie, manta cuando el frío aprieta... No migran nunca, por lo que se adaptan a la comida que les ofrece el medio. Son omnívoras. Aunque su dieta es mayormente de origen vegetal (multitud de plantas y frutos secos), no le hacen ascos a algún insecto, culebrilla, huevo, pájaro pequeño o pequeño roedor cuando la necesidad lo exige. En función de la frecuencia y duración de los sonidos estridentes que emiten, pueden variar el mensaje desde la alerta a la comunicación de estados de satisfacción. Sus glándulas sudoríparas están en los pies. Los largos mechones de pelos en las orejas ayudan a regular la temperatura corporal y a camuflar al animal. Las ardillas rurales reclaman y defienden una mayor área de terreno que las urbanas. Estas últimas pueden llegar, a diferencia que sus parientes del pueblo, compartir el alimento
https://www.youtube.com/watch?v=grT3b6YXWwU
Aqui las llamamos esquirigüelos. Es una gozada verlas bajar y subir o saltar por las ramas de los árboles del paseo de la Cantera. En los meses más fríos de puro invierno no se ven, bien calentitas estarán en esos nidos que nos cuentas !!
EliminarNo sabía que había ardillas tan grandes, yo las he visto siempre pequeñas y me han parecido todas iguales, El chiste es buenisimo. Un abrazo
ResponderEliminarYo tampoco lo sabía, deben de dar miedo.
EliminarAutenticas supervivientes!!
ResponderEliminarVen a ver la torre, tú no vas a subir las 240 escaleras...ya las subí yo por tí:)))
Un beso.
Voy volando ... para no subirlas.
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