" NADA HAY MÁS NUEVO QUE EL AMANECER DE CADA DÍA " - EMPIEZO EL BLOG EL 3 DE JUNIO DEL 2.010 - (mi refugio)
29/6/15
Yaya Pabla
Hoy era el santo y cumpleaños de mi abuela paterna, yaya Pabla, nacida en casa O Royo de Escartín. Fue como una hermana para mi porque crecí con ella, compartíamos secretos, jugaba, reía, lloraba e incluso nos enfadábamos, dormíamos en habitaciones comunicadas porque era muy miedosa. La peinaba todos los días, recuerdo sus dos trenzas rubias enroscadas en un moño bajo. Yo tenía catorce años cuando murió y me sigue pareciendo que está hilando sentada al sol, que deja su rueca y me cuenta cuentos, romances y oraciones. Descansa junto a mi abuelo Benito en el cementerio de Biescas.
A las abuelas buenas y cariñosas jamás se las olvida. Nunca he probado la flor del calabacín. Si las sabes cocinar prueba a hacer una entrada de cocina ¡¡¡ Un abrazo fuerte amiga.
Yo la conocí, Angelines, nos enseñaba , yo era una niña vecina, el crus-crus con los dedos de las manos, cosa que la hace cercana, por lo menos a mi, comparable a mi abuela materna, que le hacia los vestidos a mis muñecas. Enhorabuena por poder recordarla en tu blog. Un abrazo, amiga.
Tu yaya Pabla me ha recordado a mi bisabuela Juliana y a las mujeres de uno de los primeros cuadros que pintó Joaquín Ciga, allá por 1914.
http://www.sofiaoriginals.com/jun8272.jpg
Mujeres que cardaban, hilaban, desgranaban maíz... y guardaban bajo sus telas negras, un rico y variado tesoro oral adquirido en noches sin tele junto al fuego; arca siempre abierta para los nietos, que se habían hecho con la llave sin esfuerzo, en un intercambio de sonrisas desdentadas.
Precioso y emotivo homenaje a las abuelas de antes representado en la abuela Pabla. Con el negro eterno en sus vestimentas, eran de una sencillez desbordante, irradiaban ternura y de niño no apreciábamos el tremendo sacrificio que habían llevado toda la vida a sus espaldas para sacar un hogar adelante. Saludos.
A las abuelas buenas y cariñosas jamás se las olvida.
ResponderEliminarNunca he probado la flor del calabacín.
Si las sabes cocinar prueba a hacer una entrada de cocina ¡¡¡
Un abrazo fuerte amiga.
Siempre las recordaremos con cariño, siempre.
EliminarQué bonitos recuerdos... Me encantan las fotografías de tu abuela.
ResponderEliminarMuchos besos
Gracias Carmen. Besicos.
EliminarBonitos recuerdos me has traído de mí abuela. Besos.
ResponderEliminarEntrañables recuerdos que demuestran el afecto que las unía.
ResponderEliminarBesos, Angelines.
Mientras la recuerdes te sentirás cerca de ella, las abuelas son muy importantes, yo tuve la mejor del mundo. Abrazos
ResponderEliminarYo la conocí, Angelines, nos enseñaba , yo era una niña vecina, el crus-crus con los dedos de las manos, cosa que la hace cercana, por lo menos a mi, comparable a mi abuela materna, que le hacia los vestidos a mis muñecas. Enhorabuena por poder recordarla en tu blog. Un abrazo, amiga.
ResponderEliminarQue ilusión me hace de que la recuerdes !!!
EliminarTu yaya Pabla me ha recordado a mi bisabuela Juliana y a las mujeres de uno de los primeros cuadros que pintó Joaquín Ciga, allá por 1914.
ResponderEliminarhttp://www.sofiaoriginals.com/jun8272.jpg
Mujeres que cardaban, hilaban, desgranaban maíz... y guardaban bajo sus telas negras, un rico y variado tesoro oral adquirido en noches sin tele junto al fuego; arca siempre abierta para los nietos, que se habían hecho con la llave sin esfuerzo, en un intercambio de sonrisas desdentadas.
Precioso el cuadro, una verdadera joya. Eran enciclopedias vivas.
EliminarEstaría orgullosa de ti.
ResponderEliminarBesos, feliz semana
Bonito y feliz recordatorio.
ResponderEliminarBesicos Angelines.
Precioso y emotivo homenaje a las abuelas de antes representado en la abuela Pabla. Con el negro eterno en sus vestimentas, eran de una sencillez desbordante, irradiaban ternura y de niño no apreciábamos el tremendo sacrificio que habían llevado toda la vida a sus espaldas para sacar un hogar adelante.
ResponderEliminarSaludos.
Un bello recuerdo. Es curioso como estos recuerdos se nos hacen mas cercanos cuando mas mayores somos.
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