Boj |
El boj está muy elegante vestido de blanco, parece una novia. También tiene su historia:
- Hace años vinieron unos jardineros de la Diputación a decorar el recinto de Pirineos Sur y pasaron por Lanuza. Marcos, ni corto ni perezoso, les pidió que si sobraba algo lo dejaran en el pueblo. Así lo hicieron, nos trajeron unos bojes y éste, que me lo bajé a Jaca, es uno de ellos.
Es un arbusto fuerte que aguanta carros y carretas, abunda en nuestra tierra y además me habla porque me dice muchas cosas cuando lo miro, cosas que son flores de recuerdos.
Fíjate, Angelines, que para mí el olor y aroma del boj, tan caracterísitico y evocador, me lleva siempre, derechamente, a mis recuerdos de infancia en Jaca... y al Pirineo de Huesca en general, pues tal es la proliferación de bojes por toda la zona...
ResponderEliminarPor eso suelo decir que mi patria huele a boj, por aquello que Rilke decía de que "la patria del ser es la infancia".
Un beso.
Nacho, en Lanuza también tengo bojes, o buxos como decimos aquí, y no se ha muerto ninguno, en la puerta de casa resisten las heladas y las sequías ... los plantó Marcos.
EliminarHola Angelines, creo que no he visto nunca esta planta, pero viendo la imagen que nos dejas debe ser precioso y así vestido de blanco mas aun, su historia es bien bonita, que siga diciéndote muchas cosas bonitas:)
ResponderEliminarBesos.
Del boj se hacen cucharas, tenedores, castañuelas ... de todo.
EliminarMuy lindos recuerdos.
ResponderEliminarTodo son recuerdos ya, Teresa.
EliminarDesde niños nos enseñaban que, cuando el terreno en el monte es abrupto y escarpado y se corre riesgo de perder pie o resbalar, de todos los arbustos circundantes hay que escoger el boj, si se encuentra presente, pues es agarradero fiable; de suave corteza, pero al mismo tiempo fuerte y resistente. El boj nos sostendrá en el resbalón, sin fallarnos, sea cual sea nuestro peso e independientemente del menor o mayor ímpetu de la caída.
ResponderEliminarCuriosamente, ese boj en la maceta, a pesar de no estar en ningún risco ni ninguna fuerte pendiente, demuestra ser asidero tan infalible y tierno como cualquiera de sus parientes silvestres.
Ese boj le encanta a Bolo, se esconde por entre las ramas sobre todo en verano y allí le parece que no lo veo.
EliminarBonito rincón. Buenas noches. Un besin.
ResponderEliminarBuenas noches Lola. Besetes.
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